La Delegación del Gobierno en Andalucía expulsará a 93 de los 131 inmigrantes rumanos que fueron detenidos el pasado martes en Sevilla. Para las 54 personas que podrán quedarse en el país se estudia su realojo, aunque de momento tendrán que continuar en su asentamiento chabolista. En las dependencias de la Jefatura Superior de Policía permanecen 86 adultos y diez niños menores de dos años que se han quedado con sus madres en las instalaciones policiales a la espera de ser repatriados. Menores desamparados Parte de las familias del asentamiento denunciaron ayer que algunos menores de edad estaba solos en las chabolas, después de que la policía arrestase a sus padres. En este sentido, la Junta de Andalucía declaró la situación de desamparo de uno de los menores que ingresó en un centro de acogida de la Consejería de Asuntos Sociales. Además, según aseguró el director general de Política de Inmigración, Pedro Moya, «se va a visitar a los menores y jóvenes» que quedan en el poblado y que tienen edades comprendidas entre los 9 y los 17 años para «estudiar su situación y atender sus necesidades educativas». El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan Ignacio Zoido, recordó que se tendrá en cuenta «el reagrupamiento familiar».