El ex director general de Universidades, Ismael Crespo, ha solicitado ser candidato a catedrático a través de unas pruebas de habilitación que surgen de una legislación creada por él mismo y cuyos exámenes serán corregidos por altos responsables de las universidades españolas, los mismos a los que Crespo examinará como responsable de la Agencia Nacional de la Calidad de las Universidades, según informó ayer la Cadena Ser. A la misma convocatoria se presentará también su esposa, Antonia Martínez, antigua profesora de la universidad de Salamanca y que no ejerce desde hace años porque es asesora de José María Aznar en la Moncloa. Beca a su mujer No es la primera vez que los Crespo-Martínez protagonizan noticias polémicas. En septiembre pasado, el político popular, considerado uno de los padres de la polémica Ley de Ordenación Universitaria, concedió a su esposa una beca para desplazarse a la universidad californiana de San Diego. El matrimonio explicó el escándalo como un error, puesto que Antonia Martínez, luego de solicitarla, había renunciado por escrito a la ayuda, y sin embargo apareció como beneficiaria en el BOE. A los pocos días de conocerse el escándalo, el director general cesó en su cargo. También fue peculiar su forma de conseguir una plaza de profesor. El nombramiento de Crespo como profesor titular de la Universidad de Murcia se publicó en el BOE el 24 de julio de 2000, dos meses después de que fuese nombrado director general de Universidades. Crespo consiguió la plaza en un concurso de méritos, el sistema más comodo para conseguir una titularidad porque en el examen sólo se valora el curriculum del candidato. Aunque se tuvo que retirar, la ministra que le nombró, Pilar del Castillo, formaba parte del tribunal que le examinó, curiosamente por ser catedrática de la misma disciplina que Crespo.