Arzalluz propone a Ibarretxe que adelante las elecciones para avalar su propuesta

La Voz AGENCIAS | MADRID

ESPAÑA

El Gobierno central pide al lendakari que desista de un plan que sólo apoyan PNV, EA y el sindicato ELA El líder peneuvista cree que el PP pretende «navarrizar» Álava

25 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, sugirió ayer al lendakari la posibilidad de convocar de nuevo elecciones anticipadas («disolviendo el Parlamento» vasco) en un intento por conseguir el respaldo de la ciudadanía a su propuesta soberanista. Una estrategia que recibió rápida respuesta del vicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy, quien no le concedió demasiada credibilidad y aseguró que lo que debe hacer es retirar un proyecto que sólo suscitó el apoyo de PNV, EA y el sindicato ELA en su ronda. El presidente peneuvista cree que Ibarretxe podría adelantar los comicios autonómicos «como una moción de confianza», siempre que los partidos se empeñen en no debatir el plan. Según dijo, así se sabría «qué piensan los votantes sobre un planteamiento, porque no hay otro», aunque se mantenga la «imposición del PP al PSOE». Es la segunda vez que Arzalluz plantea aspectos que atacan de lleno la línea del lendakari. Esta misma semana abogó por hacer la consulta popular aunque no se den las condiciones fijadas en la propuesta: un escenario de paz y el acuerdo del Parlamento vasco y las Cortes. «No se ha hecho nada sin la presencia de violencia, ni el referéndum de la Constitución, ni los pactos de la Moncloa, ni el referéndum del Estatuto». No obstante, corrigió, «Ibarretxe la ha planteado en ausencia de violencia y así será». La reacción del Ejecutivo central ha sido contundente, sobre todo, de parte del vicepresidente primero. «No deja de tener su gracia», ironizó Mariano Rajoy, «que se apele a la sociedad civil y, cuando el resultado de esas consultas a uno no le conviene», se recurra directamente a la opinión del ciudadano; «es en suma el recurso plebiscitario y populista que podrá tener cabida en países no precisamente de nuestro entorno». Rajoy recordó la respuesta de Arzalluz a Confebask para lamentar que el Gobierno autonómico pida explicaciones a la Administración central sobre unas presiones a empresas vascas. El líder del PNV porfió sin embargo y atribuyó a Aznar la voluntad de «romper» la patronal vasca, intentando desgajar la alavesa, dentro de una estrategia para «navarrizar Álava».