«Corresponde a los empresarios decidir dónde sitúan sus inversiones», indicó el presidente El país magrebí se convierte en el nuevo «amigo estratégico» en el norte de África
08 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Los presidentes de España, José María Aznar, y Argelia, Abdelaziz Buteflika, suscribieron ayer en Madrid un Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que eleva al máximo nivel las relaciones bilaterales entre ambos países. Es el tercer acuerdo de este tipo que España suscribe con un país magrebí, después de los aprobados con Marruecos y Túnez. Aznar explicó que este acuerdo otorga a Argelia la condición de «amigo estratégico» en el norte de África, no en vano es el principal suministrador de gas y, según su homólogo magrebí, «el primer socio español en el mundo árabe». El líder del PP se negó a relacionar el salto cualitativo de las relaciones con Argelia y la crisis con Marruecos. «No se trata de sustituir a nadie», dijo el presidente del Gobierno, pero no descartó una posible fuga de capital español hacia territorio argelino desde el reino alauí: «Corresponde a los empresarios decidir dónde sitúan sus inversiones», indicó. Junto al Tratado de Amistad, los dos gobiernos firmaron también un nuevo protocolo financiero por valor de 100 millones de euros. Aznar adelantó que en el 2003 España y Argelia mantendrán una reunión de alto nivel en Argel. Buteflika destacó la importancia de una buena sintonía con un país «que es respetado en Europa» y que puede tener un papel decisivo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos mandatarios también coincidieron, con matices, sobre el futuro del Sahara, porque ni España ni Argelia respaldan la posición marroquí, aunque Buteflika reivindicó el derecho de autodeterminación saharaui y Aznar insistió en que debe respetarse el acuerdo que alcancen las partes interesadas bajo la mediación de la ONU. El diario marroquí Al Ittihad al Ichtiraki -cuyo director es el primer ministro, Abderramán Yusufi- criticó ayer la «hostilidad» del «eje Madrid-Argel» en cuestiones como la «marroquinidad del Sáhara» o los derechos históricos que esgrime Rabat sobre las ciudades de Ceuta y Melilla. «Argelia se esfuerza con mostrarse como la principal potencia del Magreb árabe, cuando todo indica que es Marruecos quien lo ocupa», aseguró el citado rotativo. Otro periódico en lengua árabe, L'Opinion , acusa a Aznar de «rencoroso y revanchista».