Dolores Ruiz, la octogenaria española que hace diez días salió de la cárcel de Delhi, afirmó ayer en Madrid que «casi que me hubiera gustado quedarme allí en al cárcel de la India», donde estuvo presa seis años y medio por tráfico de drogas. Sobre todo me hubiera quedado allí por los niños de la guardería de la cárcel y «porque aquí estoy muy sola» y allí, explicó, «vivía muy tranquila, dormía muy bien y no tenía pesadillas, solo soñaba muchas veces que volaba y que comía carne y pescado», porque allí el régimen, dijo, era siempre vegetariano. Dolores Ruiz, quien compareció ayer por primera vez desde que fue liberada ante los medios de comunicación, negó en reiteradas ocasiones que hubiera vendido la exclusiva de su excarcelación y de su vida en la prisión a los dos periodistas españoles que la han acompañado y ocultado del resto de los medios desde que salió de la India. «Yo no soy ni Carmen Ordóñez, ni Lola Flores y no entiendo de esos tejemanejes», afirmó esta anciana que amenazó en una ocasión con marcharse de la rueda de prensa, molesta por las preguntas sobre la supuesta exclusiva. «No quise regresar a España con la doctora de la ONG Médicos del Mundo porque ¿aseguró¿ me quería poner una inyección y yo no quería». Tras agradecer al Rey Juan Carlos, al presidente del Gobierno español las gestiones realizadas para su liberación, Dolores Ruiz aseguró que no sabía nada de la Fundación Ramón Rubial ni de otras personas y medios que trabajaron para su liberación. En relación a su sobrina Carmen afirmó, según recoge Efe, que era muy buena pero desde su salida de la cárcel «parece que le han lavado el cerebro y dice que solo vendrá a verme cuando esté en mi casa». Durante la rueda de prensa, sólo hubo un momento en el que Dolores Ruiz no pudo contener las lágrimas y fue al recordar a su hermana, quien murió cuando ella estaba en la cárcel, donde, según relató, disponía de una celda para ella sola, con televisor y una cama. «Es mentira que hubiera ratas y que se durmiera sobre cartones y yo nunca he dicho eso», aseguró. Dolores coincidió con otra española en la cárcel india de la que afirmó tenía «un amargo recuerdo».