El presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, aseguró ayer que la cercanía de España con Marruecos y la «amistad con el país vecino por razones de interés internacional no nos puede cerrar los ojos ante las injusticias que tenemos tan cercanas», ya que ese país «no siempre se comporta como amigo». Bono afirmó a una cadena de radio que ignora los motivos por los que Marruecos ha retirado a su embajador en España, pero señaló que «allí hay un Gobierno no democrático, que no lleva un trabajo solidario con los que se suben en pateras para cruzar el Estrecho huyendo del mal gobierno y de la corrupción». «En Marruecos ni hay libertad, ni hay democracia, ni hay juego limpio. Hay demasiada corrupción y demasiado fundamentalismo para justificar la injusticia», añadió. Por otro lado, el delegado del Gobierno para la Inmigración, Enrique Fernández Miranda, lamentó en unas declaraciones efectuadas ayer que la actual situación de las relaciones con Marruecos pueda dificultar la incorporación de ciudadanos marroquíes a puestos de trabajo en España para el año 2002.