Zapatero exige a Arzalluz «que admita que se ha equivocado»

PABLO GONZÁLEZ Enviado especial BILBAO.

ESPAÑA

10 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

José Luis Rodríguez Zapatero se lo puso ayer difícil al PNV. Los reconocimientos tácitos de sus errores y su disposición a no aceptar los votos de EH en la investidura no son suficientes de cara a un hipotético entendimiento con los socialistas el próximo día 14. En el mitin central de campaña en Bilbao, Zapatero formuló tres condiciones que obligarían al PNV a renegar de su pasado más reciente, ese «bienio negro» al que se refiere Nicolás Redondo: que apoyen y acepten plenamente el estatuto; que abdiquen de sus tesis, y que admitan el «error» de Lizarra. «Nadie exige a Arzalluz que pida perdón, sólo que admita que se ha equivocado», matizó Zapatero. Jarcha y Allende El salto en el tiempo del acto electoral de ayer lo impulsó la canción Libertad, del grupo Jarcha, con sabor a pura Transición, y la presencia de Isabel Allende, hija del malogrado presidente chileno, que motivó un espontáneo y desconcertante «!Allende presidente!» entre quienes deberían gritar «¡Redondo lehendakari!». Frente a estas miradas nostálgicas, Zapatero puso su punto de mira en el difuso futuro del día 14 y envió otra propuesta envenenada de cara a las conversaciones con los nacionalistas: «Nadie va a decir a nadie que se vaya, que lo digan las urnas, pero les digo al PNV e IU que sean conscientes de que sólo es posible un camino liderado por los socialistas y que en esa senda le harán un servicio a la sociedad». En los guiños al votante del PNV descontento con Lizarra, Redondo fue expresivo: «Que superen las siglas, o si no seguirá siendo Arzalluz el que gobierne». En un delirio de optimismo, Zapatero animó «a ganar Euskadi para luego ganar España».