El guardia civil que mató a una joven que se saltó un control dice que apuntó a la rueda

PILAR G. CAÑAS SEVILLA

ESPAÑA

El agente afirma en el juicio que el vehículo que circulaba por la autovía Cádiz-Huelva iba a 160 por hora El brigada de la Guardia Civil Pedro Jiménez Menchen, acusado de disparar y causar la muerte de Miriam Gómez Cuadrado, de 21 años, durante la persecución de un vehículo en la autovía Cádiz-Huelva, aseguró ayer, en la primera sesión del juicio celebrado en la Audiencia de Sevilla, que disparó a la rueda del coche, que previamente se había saltado un control de alcoholemia y circulaba a una velocidad cercana a los 160 kilómetros por hora, poniendo en peligro la seguridad de otros usuarios.

06 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

El acusado afirma que no vio a la joven, que iba de copiloto, y que el conductor, Beltrán Sánchez, intentó atropellar a dos agentes. El brigada, jefe del destacamento de Tráfico de Dos Hermanas (Sevilla), está acusado de un presunto delito de homicidio por imprudencia, ya que el disparo atravesó la carrocería del coche y mató a la joven en el acto. El proyectil penetró en el tórax, alcanzó el pulmón y el corazón, chocó contra el esternón y volvió al corazón, según el testimonio de dos forenses, que aseguraron en la vista que la joven «se tragó la bala como una cesta de baloncesto» y a través de las arterias llegó a alojarse en el abdomen. Los hechos sucedieron a las cinco de la madrugada, cuando un Renault 9, conducido por Beltrán Sánchez Pérez y ocupado por Miriam Gómez Cuadrado, se saltó un control de alcoholemia en la N-IV, a la altura de Dos Hermanas. La Guardia Civil inició una persecución y, tras cuatro kilómetros, los fugitivos realizaron una brusca maniobra y el coche, según el acusado, tomó la vía de servicio de la autovía. Disparo En ese momento, según su declaración, el brigada disparó a la rueda posterior del coche, ante la posibilidad de que el vehículo entrase en la populosa barriada de Bellavista. El procesado especificó que el disparo se produjo cuando ambos coches estaban parados. Sin embargo, no desmintió sus anteriores declaraciones, en las que manifestó que iba conduciendo «marcha atrás, a unos 40 ó 50 kilómetros por hora». El fiscal sostiene que el acusado disparó en una situación que «no lo requería, faltando al cuidado que le era exigible en el ejercicio de su función pública y faltando a las mínimas exigencias de oportunidad, adecuación y proporcionalidad, al tratarse de una zona urbana y dirigir el disparo hacia los ocupantes del vehículo, que no portaban armas». Indemnización Por ello, pide para el acusado, por un delito de homicidio por imprudencia, dos años de prisión y una indemnización de 24 millones de pesetas para los padres de la joven, mientras que la acusación particular solicita una condena de cuatro años de prisión y una indemnización de 70 millones. El conductor del coche fugado fue condenado en marzo a dos penas de seis meses de cárcel por desobediencia grave y conducción temeraria.