La organización desarticulada en Colombia embarcaba la droga en el delta del Orinoco La guerra que Estados Unidos mantiene con el narco en Sudamérica ha cruzado el Atlántico. Detrás de operación Ostra se adivinan, nuevamente, los hilos de la DEA, el departamento antidroga norteamericano, que en los últimos meses está desplegando una estrecha y fructífera colaboración con las policías europeas. En medios españoles de la lucha contra el narcotráfico se subraya que, tras la guerra total contra el narco abierta por Estados Unidos esta misma semana con el Plan Colombia, ya nada será lo mismo.
02 sep 2000 . Actualizado a las 07:00 h.El administrador y máximo responsable de la DEA, Donnie Marshall, avanzó el pasado día 25 de agosto que la operación denominada Orinoco 2000 sólo era «el comienzo» de un vasto despliegue contra el narcotráfico a ambos lados del Atlántico. Fuerzas de Estados Unidos, Venezuela y Colombia acababan de incautarse de diez toneladas de cocaína de gran pureza a bordo del barco griego Suerte I, que se dirigía hacia Europa. La operación fue posible, entre otros elementos, por la estrecha colaboración con la policía helénica, que seguía desde hacía un tiempo la pista del armador del buque. El éxito de este operativo no fue fruto de la casualidad. Se incluía dentro un despliegue mucho más ambicioso, la denominada operación Travesía, que permitió a la DEA intervenir a una misma organización, y en varias fases, un total de 25 toneladas de cocaína así como detener a medio centenar de personas. Las fuerzas antinarcóticos estadounidenses sospechan que esta misma banda ha transportado 68 toneladas de esta droga a doce países, entre ellos España, en el transcurso de los últimos tres años, lo que da idea del alcance de su operatividad. En plena jungla El último coletazo de esta ofensiva es la operación Ostra. El buque Privilege partió el 16 de agosto pasado con la cocaína desde Puerto Ordaz (Venezuela) y posteriormente recogió en Puerto Cabello las 5.000 toneladas de acero y las 1.000 de asfalto que constituyen la carga legal del buque, según informó ayer el Plan Nacional sobre Drogas. En el punto de arranque del portacontenedores nuevamente aparece la zona geográfica del delta del río Orinoco, actualmente en el punto de mira de la DEA. Los traficantes transportaban la cocaína desde Colombia por tierra y aire hasta unas instalaciones situadas en el delta, en plena jungla venezolana. Allí era preparada para ser embarcada. Parte de la cocaína tenía como destino Estados Unidos, pero la mayoría de los cargamentos partían rumbo a los mercados europeos.