El candidato reunirá al grupo de diputados el próximo jueves para empezar a articular el trabajo parlamentario
04 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En solo medio año, los socialistas han visto dimitir al secretario general del partido en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, y a su líder a nivel federal, Pedro Sánchez. En ambos casos, los equipos de dirección fueron sustituidos por comisiones gestoras con un mandato muy acotado y provisional. El partido está hecho añicos y completamente descabezado. Y en medio de esta tesitura, la persona elegida por los militantes como candidato a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, tiene que articular el grupo de los socialistas en el Parlamento, consciente de que su posición puede ser contestada por algunos diputados.
La parcelación orgánica llevada a cabo por el PSdeG al crear las estructuras provinciales, a partir del 2009, convirtió el partido en un reino de taifas. El poder en la provincia coruñesa lo comparten González Formoso y Julio Sacristán. En Lugo, son Besteiro y sus afines los que siguen manejando los hilos, al igual que hacen los de Pachi Vázquez en buena parte de Ourense y los de Abel Caballero tanto en la ciudad de Vigo como en gran parte de la provincia de Pontevedra.
Por encima de todas estas familias se sitúa la gestora que dirige el PSdeG, con la diputada Pilar Cancela actuando como presidenta, que tiene el hándicap que su autoridad y liderazgo es cuestionado abiertamente por buena parte de los barones territoriales.
Junto a este esquema conviven más de noventa alcaldes socialistas en Galicia, algunos de ellos no alineados en las batallas internas, y catorce diputados electos que acompañaron a Leiceaga en las listas electorales del 25S y que, pese a la interinidad que reina en las altas instancias del partido, tienen que afrontar el desafío de reconstrucción del espacio de los socialistas en el Parlamento de Galicia para ejercer la oposición al Gobierno de Feijoo.
Leiceaga no va a tener grandes dificultades para convertirse en portavoz del grupo en O Hórreo, un rol que ya desempeñó durante casi dos años con Pachi Vázquez, pues cuenta para este fin con una mayoría aplastante entre los catorce diputados del PSdeG.
Entre ellos hay parlamentarios que lo apoyaron expresamente en las primarias de mayo, como Noela Blanco o Patricia Vilán. Dos acceden al escaño con el aval entusiasta del candidato, como Juan Díaz Villoslada, exgerente de la Universidade da Coruña, o la economista Dolores Toja, y otros representan el poder territorial que respaldó a Leiceaga en las primarias, como Julio Torrado, Luis Álvarez, Concepción Burgo o José Pérez Seco.
Solo hay dos diputados alineados, a priori, en posiciones contrarias al futuro portavoz. Son el vigués Abel Losada y el ourensano Raúl Fernández, personas de confianza de Abel Caballero y Pachi Vázquez, respectivamente. Junto a ellos hay otras dos diputadas, la coruñesa Begoña Rodríguez y la pontevedresa María Pierres, no alineadas abiertamente o con buenas relaciones en los dos grandes sectores del partido.
Y con este esquema echa a andar el grupo del PSdeG. Leiceaga sigue hermético, ajeno a la crisis que estalló en el partido a nivel federal, para intentar mantener al grupo unido. El próximo jueves lo reunirá por primera vez para una toma de contacto.