Gallegos del exterior: hartos de «rogar»

La Voz

ELECCIONES 2016

Un grupo de gallegos que viven en Argentina se reunieron en el Centro Galicia de Buenos Aires para hablar sobre elecciones autonómicas gallegas,
Un grupo de gallegos que viven en Argentina se reunieron en el Centro Galicia de Buenos Aires para hablar sobre elecciones autonómicas gallegas,

Residentes en el extranjero se quejan del complejo sistema de votación, que creen entorpece su derecho a votar

28 sep 2016 . Actualizado a las 11:24 h.

Los gallegos que viven en el extranjero están descontentos con la fórmula elegida en la última reforma electoral para ejercer el derecho a voto. Consideran que es un sistema complejo, burocrático, que los obliga a rogar un derecho que ya tienen por el simple hecho de ser ciudadanos gallegos y españoles. Los corresponsales de La Voz sondearon a los votantes del exterior en tres puntos clave: Buenos Aires, Lisboa y Londres.

 Argentina

Solo votará el 3,6 % por culpa del voto rogado. «Yo ya rogué mi voto. Con disgusto, con rabia, con bronca», asegura Ramón Suárez, nacido hace 68 años en Salvaterra do Miño. O Muxo, como se lo conoce por su apodo familiar, es uno de los 5.764 ciudadanos inscritos en el censo de residentes ausentes (CERA) de Argentina que han realizado el trámite de solicitud de papeletas para ejercer su derecho al voto el 25S, una cifra que representa el 3,6 % del padrón de gallegos en el país. En una mesa del Centro Galicia de Buenos Aires consultamos a nueve de estos gallegos para conocer su opinión sobre la próxima contienda autonómica. De los nueve, solo dos emitirán su voto. Ninguno de ellos está de acuerdo con el sistema del voto rogado y verifican la frialdad de una campaña mínima en la quinta provincia.

Ramón Suárez es uno de los que reivindica la participación a pesar de todo. «Es de las pocas cosas que igualan a los seres humanos. Tiene tanta fuerza mi voto como el del presidente de España». María Eugenia Pérez Cobas, de 39 años, también ha rogado el voto. «Participo solo en las autonómicas. Soy hija de gallegos, mis hijos vienen al colegio gallego. Me gusta mantener las raíces», explica.

Son variados los argumentos entre el 97 % que no votan. «Estoy en Argentina hace 60 años. No pienso votar. Desconozco las propuestas y no sabría a quién», reconoce José Losada, de Pereiro de Aguiar. «Hace 65 que estoy en Argentina. Siempre estuve afiliado al partido del lomo: «se non traballo non como». No quiero molestarme en hacerles llegar un voto que me están haciendo rogar. Es una falta de respeto», manifiesta con amargura Ramón Capa, de 75 años. Eduardo Cortiñas, 66 años, se adhiere a la valoración: «No tienen ningún interés en nosotros, no pienso darle el voto a ninguno». Hija de gallegos, Adriana Oubiña, de 46 años, tampoco va a votar, aunque sigue la actualidad política gallega y española. «Creo que todos tenemos los mismos derechos. Y me gustaría votar como antes», dice. A sus 74 años, José Montaña, de Vila de Cruces, asegura que desde que pusieron «esta traba de hacer trámites» no ha vuelto a votar. Delmiro Martínez, de 65 años, oriundo de Tomiño, reconoce que votó mientras «venían los sobres por correo a la casa». 

Portugal

Preocupación por las infraestructuras y por el peso de Galicia en el país vecino. En plena campaña electoral citamos en un céntrico café lisboeta a tres gallegos que residen y trabajan en la ciudad del Tajo -en Portugal viven oficialmente 5.000 gallegos- para saber cómo siguen las autonómicas. Miguel Seco, economista nacido en Santiso, expresidente del Centro Gallego de Lisboa y residente en Estoril desde hace 18 años, cree que «gane quien gane el 25S nuestros políticos deberían valorar también el gran peso que tiene Portugal para la economía gallega. El eje atlántico es fundamental para Galicia, pero hay que bajar hasta Lisboa y tener más presencia aquí. Otros nos están comiendo el terreno», dice.

Tres gallegos que viven en Lisboa.
Tres gallegos que viven en Lisboa. begoña iñiguez

La profesora viguesa María Rodal, residente en Lisboa desde hace siete años, asume que estas elecciones «son decisivas, no solo para los gallegos, sino para salir del impás político nacional». Rodal confiesa que votará desde Lisboa, como residente en el exterior. En estas elecciones, dice Rodal, «es necesario votar aunque casi todos estemos muy hartos con lo que está pasando».

El ferrolano Isaac Lourido, lector desde hace tres años en el Centro de Estudios Galegos de la Universidade Nova de Lisboa, sigue con mucho interés la campaña. Isaac habla abiertamente sobre lo que serían unos buenos resultados para él. «Un cambio político en Galicia, aunque lo veo muy difícil». Sobre lo que les pediría a los políticos gallegos en esta campaña, Lourido lo tiene claro: «Que mejoren, de una vez, las infraestructuras que nos comunican. Es inconcebible que en pleno siglo XXI tarde tantísimas horas en ir desde Lisboa a Ferrol».

Reino Unido

Quejas por la fórmula para ejercer el voto. Los problemas para ejercer el derecho al voto también generan quejas entre los gallegos que viven en Londres. Anxo Cereijo lleva 14 años en Londres, donde trabaja en el Ministerio de Justicia británico. «He votado pero no incluí la fotocopia del carné de identidad, así que me temo que declararán mi voto nulo», comenta lamentando la dificultad del proceso. Natural de Lugo, acaba de volver de pasar unos días de vacaciones en Galicia. «La gente es muy conformista, votarán igual que siempre», dice.

«Pola miña parte vexo que a mentalidade galega non está preparada para un cambio. E creo que moi ao meu pesar vai ganar o PP outra vez», cuenta Adrián Blanco, quien a sus 24 años trabaja en una tienda en Portobello.

Un votante que trabaja en Londres
Un votante que trabaja en Londres

Ana Triñanes trabaja como de ama de llaves con una familia británica en el sur de la capital. «Si no estás en Galicia no te lo ponen fácil para votar», comenta mientras lamenta que en esta ocasión no ha conseguido votar por correo.

Por su parte, la ourensana Olga Pastor lleva seis años trabajando como comisaria de exposiciones en Londres. Afirma que no ha tenido ningún problema para votar. «En otras ocasiones sí, pero esta vez fue rápido», cuenta. Como emigrante reconoce que quiere volver, pero lamenta la baja inversión que se hace en el sector cultural. «Da igual quién esté en el Gobierno, al final me tendré que quedar aquí», cuenta Pastor.

Información elaborada por Paula Sabajanes (Buenos Aires), Begoña Íñiguez (Lisboa) y Rita Álvarez Tudela (Londres).