Beiras reedita su ataque furibundo al PP en el mitin más personal de Villares

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Villares se marcó un concierto de gaita tras su intervención en Lugo.
Villares se marcó un concierto de gaita tras su intervención en Lugo. Óscar Cela

El candidato de En Marea puso como ejemplo de lo mal hecho el Garañón, que provocó la imputación y posterior dimisión de Besteiro al frente del PSdeG

22 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Luís Villares volvió a los orígenes para examinarse ante los suyos. La prueba definitiva será el domingo, pero antes tenía que pasar la reválida de Lugo, la ciudad en la que nació en 1978 y a la que ayer regresó por primera vez ya no como estudiante de Derecho, opositor o juez, sino como líder mitinero. Su máster en comunicación política comenzó hace un par de sábados en O Carballiño, y desde entonces ha ido creciendo en gestos, en tono, modulando la voz, gestionando la ironía a su favor y también la severidad que lo perdió en el plató televisivo. «Aprende rápido», decían los responsables de campaña que le dieron sus primeros consejos. Para cuando llegaron los paracaidistas de Madrid, Villares ya estaba en órbita: «Vai como un Sputnik», dijo Xosé Manuel Beiras el martes en Vigo comparándolo con el satélite soviético. El veterano nacionalista también lo acompañó ayer, como el día de su estreno. «Hai catro anos dixen aquí que o PP mataba a máis xente que unha organización terrorista. O Beiras tiña razón en Lugo», sentenció tras recordar casos de fallecidos por hepatitis C. Por su parte, Villares puso como ejemplo de lo mal hecho el Garañón, que provocó la imputación y posterior dimisión de Besteiro al frente del PSdeG.

Igual que vio hacer a Pablo Iglesias y a Xulio Ferreiro el día anterior, antes de comenzar a hablar se puso en el centro del escenario a aplaudir al medio millar de personas que congregó en la plaza de Santa María. Sin abrir la boca consiguió que lo jaleasen por primera vez en campaña: «Presidente, presidente...». El candidato lo advirtió: «Hoxe non vou dar un mitin». Invitó a pasear al auditorio por su ciudad sin mirar los papeles y salpicando confesiones personales. No tocaba hablar de Baltar, ni de Bárcenas. Ni siquiera de Feijoo. Era una noche para tocar la gaita y acordarse de Luís, Marisa, Blanca, Xermán, Carmen, Tomé... familiares y amigos que marcaron el camino de Villares en la vida. «Por iso hoxe levo os zapatos do meu pai». No le hacían falta. Ayer iba por el aire.