La influencia del debate en las urnas, un empate técnico y otras claves del día

ELECCIONES 2016

Pinto&Chinto

Un 7 % de los gallegos que vieron el debate han cambiado su voto. La última encuesta, elaborada antes del debate a cinco, otorga un empate técnico entre el PP y la izquierda

14 sep 2016 . Actualizado a las 10:00 h.

Un 7,2 % de las personas que vieron el debate a cinco del lunes cambiaron su intención de voto. Lo dice una encuesta exprés elaborada ayer por Sondaxe, que refleja que solo el PP y el BNG ganaron apoyos, y que otorga la victoria en la refriega dialéctica a Alberto Núñez Feijoo por amplia mayoría (52 %). 

Según el sondeo, Ana Pontón (BNG) fue la segunda mejor valorada, seguida de Villares (En Marea) y Leiceaga (PSdeG). Nadie dio por ganadora a Cristina Losada, la candidata de Ciudadanos. La oposición quiere celebrar otra cita televisiva. Ya lo pidió hace unos días. Y el PP pronunció un no que vuelve ahora a reiterar. Los populares gallegos sí estarían dispuestos a celebrar un cara a cara con un «interlocutor que nombre la oposición multipartita».

Empate técnico

Salvo sorpresa, no habrá más debates. Sí habrá nuevas encuestas. La última elaborada por Sondaxe -con datos recogidos la tarde del lunes, antes del programa emitido en directo por la TVG- pronostica un empate técnico entre el PP y la izquierda. Los populares se quedarían a un escaño de la mayoría absoluta (37 actas) y empatarían con la suma de diputados de En Marea (20), PSdeG (15) y BNG (2).La llave del Gobierno la tendría Ciudadanos y se consolidaría el sorpasso. 

En Marea sería segunda el 25S. El partido instrumental ha empezado, cuatro días después de empezar la campaña, a difundir su programa, en el documento figura un epígrafe dedicado al autogobierno. Y en el figura «o dereito a decidir», una cuestión que no apoya su candidato a la Xunta, Luís Villares, que ha reiterado en numerosas ocasiones que «nin se dan as circunstancias sociais nin hai necesidade para unha consulta soberanista».

Las giras de los grandes líderes

Las encuestas publicadas estos días marcan una tendencia. La presidencia de la Xunta puede depender de unos pocos miles de votos. Bailan los escaños. Y los partidos echan el resto. Tanto PP como PSdeG echaron mano ayer de líderes estatales para apoyar sus campañas.

Rajoy hizo una gira por los bastiones populares en el interior de Galicia, por carreteras con más curvas que el intestino que una ballena». Cuenta Xosé Gago que les hizo «la cobra» una y otra vez a los periodistas, empeñados en que hablase de Rita Barberá.

Sí habló de la senadora, y con contundencia, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, para reiterar una vez más su «no» a la investidura de Rajoy. Escribe Domingos Sampedro que el secretario general de los socialistas intentó despertar y movilizar a su electorado gallego. «El cambio es posible, el Gobierno es posible», fue su lema para arropar a Leiceaga en su pequeña gira urbana por Lugo, Ferrol, A Coruña y Santiago.

Récord de abstención en el voto de la emigración

En otros tiempos, ante pronósticos ajustados, muchas miradas se volvían hacia los sufragios que podían llegar de la emigración. Pero el voto rogado acabó con esa incertidumbre, al desincentivar de manera notable la participación. En 2012 hubo 30.500 solicitudes de voto, pero luego únicamente llegaron 12.914 papeletas. Y para el 25S solo ha habido 17.871 peticiones, por lo que se espera que la abstención alcance cifras récord.

La entrevista

Xoán Bascuas está convencido de que «Galicia está por construír como país, está moi lonxe falar de independencia». Puedes leer aquí la entrevista íntegra con el candidato de Compromiso por Galicia a la presidencia de la Xunta.

Y la opinión

Roberto Blanco Valdés reflexiona sobre el papel de los jueces que se meten en política. Y cuestiona que no haya fronteras para volver a la judicatura.

Mariluz Ferreiro analiza el debate a cinco. Y otorga, «cuando el curso no ha hecho nada más que empezar», un suspenso a los líderes que participaron en esa «regueifa» televisiva. 

Luís Pousa también escribe sobre el debate en Ya nada es lo que era. Su valoración tampoco es positiva. Tira de retranca para decir que lo más interesante «sucedió más allá de la pantalla... cuando fuera del plató empezó a llover».

Y Lourenzo Fernández Prieto se pregunta que pasaría «se o PP pasa á oposición?».