Fraga quiso debatir, pero se negó a salir en la foto

ELECCIONES 2016

MERCE ARES

El primer debate electoral autonómico se celebró el 5 de octubre del año 1993. El líder del PP exigió que fuese en gallego

12 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Fraga no quiso salir en la foto. Era necesario conocerlo para entender aquella extraña reacción: aceptar el primer debate de la historia de la autonomía y negarse a posar frente a las cámaras de los fotógrafos con el moderador, Manuel Campo Vidal, y su rival, el socialista Antolín Sánchez Presedo, un protocolo que ya entonces era habitual en los debates televisados. Fraga no hizo caso al moderador y se fue con su fajo de papeles directamente a la mesa que le habían asignado a la derecha del presentador.

A pesar de esa salida genuinamente fraguiana, el debate fue «correcto», coinciden Campo Vidal y Sánchez Presedo, invitados a revisitar esa jornada histórica del 5 de octubre de 1993. Tal vez por esa corrección el cara a cara fue notoriamente aburrido, según el diagnóstico de los cronistas del momento. Demasiados datos económicos -España se adentraba en una recesión- y pocos enfrentamientos memorables. Aunque tal vez sería justo recordar la frase que le espetó Antolín Sánchez, que entonces tenía 31 años, a un Fraga que ya andaba por los setenta. «Vostede é unha persoa que vai de presa, anda de presa e fala de presa. Pero non chega con iso. Hai que ir cara algunha parte».

Sánchez Presedo reconoce que su estrategia no era intentar acorralar a Fraga, pues era consciente del predicamento del de Vilalba entre buena parte del electorado. «Mi intención no era mostrar agresividad y traté a Fraga con respeto. Mi objetivo era plantear una alternativa», recuerda.

El líder del PP, al contrario que el del PSOE, sí puso condiciones al debate, confirma Campo Vidal. Exigió que fuera en gallego y en desconexión para la comunidad autónoma, cuestión que obligó al moderador -que es aragonés, aunque su mujer es la periodista gallega María Rey- a un curso apresurado. «En realidad me aprendí muy bien lo que tenía que decir», confiesa. «No lo haga, se van a reír», le advirtió un librero de Santiago en vísperas del cara a cara. «Después del debate volví por la librería y me regaló un ejemplar de Sempre en Galiza. No debí hacerlo tan mal».

Ambos candidatos estaban de acuerdo en no invitar a Beiras. «Fraga no quería el sorpasso del Bloque al PSOE», apunta Campo Vidal, que compensó a Beiras con una entrevista.