El nacionalismo se desvanece en Galicia

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

V Televisión

La irrupción electoral de Podemos achicó el espacio político del BNG y laminó a sus socios nacionalistas de En Marea, que intentaban aguantar la bandera en torno a la figura de Beiras

29 jun 2016 . Actualizado a las 16:34 h.

No todos tenían la sensación de que harían historia, pero allí se citaron, en el frontón de Riazor (A Coruña) para crear la mayor herramienta política que ha dado el nacionalismo gallego: el BNG. Corría el mes de septiembre de 1982. «Chegamos alí esfarelados, divididos e todos coa lingua fóra», rememora uno de los protagonistas. Con la estrenada democracia, UPG, PSG, AN-PG y otras muchas siglas ya habían cosechado por separado unos cuantos batacazos en las urnas, lo que los empujó a abandonar el minifundismo y probar la concentración parcelaria. Poco a poco, sus propuestas se escucharon en el Parlamento gallego, en las Cortes, llegaron a las alcaldías de Ferrol, Pontevedra o Vigo, se discutía en gallego en Estrasburgo y se aplicaron más tarde desde la Xunta. Aun quedan restos de todo aquello a nivel local. Pero la irrupción de Podemos en escena aceleró el ocaso, pues trajo consigo, con la colaboración de Anova, la aniquilación institucional del nacionalismo galaico.

Grupo autónomo en las Cortes

Justo cuando ayer se conmemoraba el 80º aniversario del plebiscito del primer Estatuto de Autonomía de 1936 -en virtud del cual Galicia tiene estatus de «nacionalidad histórica»-, algunas personas relevantes echaban en falta que el nacionalismo se diluyera políticamente en Galicia, cuando fue capaz de resistir el embate de Podemos en otros territorios históricos, como Cataluña y el País Vasco, donde la formación de Pablo Iglesias aceptó, por ejemplo, que En Comú Podem se construyera en un partido propio para poder formar un grupo autónomo en las Cortes, algo que le negó a En Marea.

«Espero que mude esta visión negadora de Galicia», declaró a La Voz Camilo Nogueira, el primer eurodiputado que tuvo el BNG, y que sostiene que «a nación galega está mellor preparada que nunca para desenvolver un proxecto político nacional».

Contra el negacionismo de la identidad gallega también se rebeló la eurodiputada Lidia Senra (AGEE), quien al hilo de los resultados del 26J que borraron del mapa el nacionalismo galaico señaló en las redes sociales: «Equivocáronse os que pensaron que a compoñente nacionalista de En Marea non era un valor e que se bastaban por sí sós». Senra forma parte de Anova, el partido fundado por Xosé Manuel Beiras tras abandonar el BNG, que hizo doctrina pregonando otra forma de ser nacionalista gallego, más cooperativa, practicando el mestizaje con fuerzas estatales como Izquierda Unida o Podemos.

En Marea «abdicou»

«Eu négolle a condición de nacionalista a ese conglomerado», dice la exdiputada Pilar García Negro sobre En Marea. «Do mesmo xeito que non me podo declarar feminista se o que fago non se acomoda ao que iso significa, non se pode ser nacionalista sen practicalo; e En Marea, ao mellor non no sentimento, pero como organización política abdicou diso», esgrimió.

El historiador Justo Beramendi, uno de los mayores estudiosos del nacionalismo gallego, subrayó que «a culpa do ocurrido non se lle pode botar ao empedrado, é deles», de los dirigentes políticos. Cree que el nacionalismo aguantó mejor en Cataluña «porque alí ten máis implantación social, e aquí Podemos chegou logo de Amio», la asamblea en la que se fragmentó el BNG.

De cara al futuro inmediato, surgen las dudas. El exdiputado Carlos Aymerich cree que En Marea «ten que volver ao deseño orixinal, sin estar subordinada a outras forzas», pues de lo contrario los 100.000 votos que perdió se duplicarán en próximas citas. De la misma opinión es Luis Eyré Palleiro, miembro de Cerna y persona cercana a Beiras: «Que o nacionalismo volva a ter pulsión depende de que Beiras se plante, esixa votacións abertas e lle devolva o protagonismo ás bases».

La ruptura de los nacionalistas de Anova con En Marea es una idea que flota tras el 26J. «Parece que en Podemos fixeron a lectura de que en Galicia teñen o nacionalismo neutralizado, e non é así», sostiene Aymerich. Los más próximos a Beiras apuntan que su referente «deixouse enganar» por Pablo Iglesias cuando impidió que En Marea se constituyera en un partido. Falta por ver ahora si, de cara a las autonómicas de otoño, los que se definen como nacionalistas gallegos se plantan o vuelven a entrar por el aro.