Iglesias usa el caso Fernández Díaz para cuestionar la seguridad de las elecciones

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2016

JON NAZCA | REUTERS

Rajoy le responde que «España no es Venezuela», y los socialistas lo consideran una «auténtica burrada»

24 jun 2016 . Actualizado a las 07:29 h.

Pablo Iglesias está dispuesto a explotar el caso de las conversaciones de Jorge Fernández Díaz hasta sus últimas consecuencias, incluso poniendo en cuestión el propio proceso electoral. Para el candidato de Unidos Podemos, la «seguridad de las elecciones» no está garantizada bajo la responsabilidad del ministro del Interior en funciones. Aseguró sentirse preocupado por la falta de control y el «despelote» que existe en el ministerio, como demostraría que el propio ministro ha sido grabado en su despacho. «Hay que tener en cuenta que el Ministerio del Interior y este ministro son los encargados de velar por la seguridad en las votaciones el próximo domingo, creo que todos los ciudadanos tenemos serias razones para estar preocupados», señaló. 

No controla a sus subordinados

Insistió en expresar su preocupación por la falta ta de legitimidad moral y la incompetencia de Fernández Díaz para supervisar los comicios, ya que «utiliza las instituciones de todos para perseguir a sus enemigos políticos y no controla a sus propios subordinados». Preguntado si temía que pueda haber una manipulación del escrutinio o de la custodia de las urnas, Iglesias no lo descartó talmente, sino que contestó «espero que no», y reiteró que la única garantía es que el Ministerio del Interior funcione, y no es así. «Confío plenamente en los funcionarios de ese ministerio, pero hemos visto una imagen de España de república bananera. Es de Mortadelo y Filemón», se lamentó. El líder de Podemos exigió la dimisión o el cese «fulminante» del ministro en funciones.

Las declaraciones de Iglesias fueron duramente criticadas por el resto de los partidos. «España no es Venezuela, que es lo que parece que quieren algunos», fue la respuesta de Mariano Rajoy. Los socialistas las calificaron de «auténtica burrada» y señalaron que «¿quizá empieza a tener algo de miedo ante la evidencia de que el sorpasso no se va a materializar y ya está poniéndose la venda?».

Al margen de este caso que está monopolizando los días finales de la campaña, Iglesias aseguró que si Pedro Sánchez queda tercero en las elecciones habrá «perdido el partido» y nunca será presidente del Gobierno. De esta forma salía al paso de una teoría que se había difundido en los últimos días, que señalaba que en caso de que Unidos Podemos y el PSOE formarán Gobierno el presidente sería el líder socialista, aunque hubiera el sorpasso, para hacerlo más digerible. Por su parte, Sánchez advirtió de que la negociación para formar Gobierno será «mucho más complicada» si le supera Iglesias. El candidato del PSOE se mostró optimista de cara al domingo, ya que hay remontada porque los votantes socialistas se están movilizando. «Hay remontada, sí, hay remontada, porque los votantes del PSOE vamos a ser los protagonistas del cambio, dejando atrás a los del sorpasso y dando una sorpresa ganando a Rajoy», afirmó Sánchez, que trata de desmontar la estrategia del voto útil del PP y Unidos Podemos.

Cañamero acusa al PSOE de «liarse incluso a tiros»

El candidato número uno al Congreso por Unidos Podemos por Jaén, Diego Cañamero, acusó al PSOE de «incluso haberse liado a tiros». Fue en unas declaraciones realizadas en defensa Andrés Bódalo -quien ocupaba su puesto en las pasadas elecciones generales y está ahora en prisión por agredir a un concejal- ante dirigentes socialistas que lo acusaron de violento y «matón». «No se ha liado a puñetazos con la gente, pero si se hubiera liado a puñetazos con la gente vosotros os habéis liado incluso a tiros», dijo Cañamero, en la foto en un pasado acto electoral de Podemos con la secretaria general de la formación en Andalucía, Teresa Rodríguez. El PSOE exige a Iglesias que haga rectificar a Cañamero por sus palabras o lo aparte de la lista.