Adelantar las elecciones... a este domingo

ELECCIONES 2016

Pinto & Chinto

Durante el debate se perdió la oportunidad de poner de acuerdo a los cuatro candidatos para adelantar la cita con las urnas una semana

15 jun 2016 . Actualizado a las 18:49 h.

Durante el debate se perdió la oportunidad de poner de acuerdo a los cuatro candidatos para adelantar la cita con las urnas una semana. El acuerdo estaba garantizado y, salvo las familias que tenían programada la comunión del niño, nadie protestaría. 

Faltan unas horas para llegar al ecuador de la campaña y los ciudadanos se confiesan agotados, pero eso era algo previsible, porque es casi una pose. Es imposible sostener la tesis contraria, aun pensando que en estos períodos cobran sentido muchas de las reflexiones que hicimos en los últimos tiempos, o incluso buena parte del trabajo realizado, como nos ocurre a los periodistas. Lo extraño es que el hastío lo reconozcan los candidatos, y más grave aún, los propios militantes, que están exhaustos y de brazos caídos ante el escaso protagonismo que le han otorgado los directores de las campañas. El perfil bajo anunciado por todas las formaciones ha arrinconado cualquier protagonismo de las bases, a las que ya ni llaman para menear las banderas cuando se enciende el pilotito rojo de las cámaras del informativo. Los actos centrales podrían celebrarse sin bajar de un autobús, cuando hace ocho años se llenaban plazas de toros y pabellones. Cambiaron muchas cosas en este tiempo. Superado el hito del debate, los think tank deben sentirse como ese escritor consciente de que sus últimos párrafos se caen de las manos; como el entrenador de fútbol que ve cumplido el minuto 75 y el marcador sigue a cero; o como el guionista de series que sabe que cada semana se escapa un punto de audiencia. Hace falta un revulsivo o esto se nos muere.

 El PSOE, entre el conejo y el puñal

La encuesta del CIS ha condicionado el discurso de campaña de todos los partidos, pero especialmente ha otorgado al PSOE un protagonismo como hipotética tercera fuerza que no tenía como segunda. De ahí que todos los analistas estén atentos a cada movimiento de los socialistas, con la desconfianza de no saber si sacarán un conejo de la chistera o un puñal para hacerse el harakiri. Hoy Jordi Sevilla, que representa la moderación incluso en caída libre, se levantó por la mañana y creyó conveniente lanzar una idea que desbloquee otra situación como la del último medio año: que gobierne el que sume más votos en el Parlamento. Es de suponer que no se trata de una ocurrencia personal y sí de algo meditado en Ferraz. Sería mucho más eficaz dejar claro con quién están dispuestos a formar gobierno, independientemente de la posición que les otorguen los ciudadanos.

 El estratégico aplazamiento de En Marea

La convocatoria de las generales, para esta o para la siguiente semana, tanto daba, fue providencial para En Marea. La coalición formada por Podemos, Anova y Esquerda Unida vivía enfurruñada desde hacía tiempo, pero una asamblea bien resuelta y una oportuna campaña electoral ha conseguido poner el pegamento reparador necesario para aplazar los problemas, que no arreglarlos. Con todo, el evidente distanciamiento en estos días entre Xosé Manuel Beiras (Anova) y Yolanda Díaz (EU) augura un mes de julio muy intenso sin importar los resultados, que pintan bien. Después del 26J, mientras España se organiza para los próximos cuatro años, En Marea tendrá trabajo interno que resolver. Llegar a septiembre sin candidato a la Xunta podría ser una temeridad... o una jugada maestra.