Una entrada tan potente que no tiene comparación alguna en Europa

r. s. REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Fernando Villar | Efe

No es fácil convertirse en tercera fuerza política rompiendo las costuras del bipartidismo con apenas dos años de vida

21 dic 2015 . Actualizado a las 12:12 h.

La potente entrada de Pablo Iglesias y sus muchachos en el Congreso español es un fenómeno de estudio. No es fácil convertirse en tercera fuerza política (segunda en cinco comunidades, primera en dos) rompiendo las costuras del bipartidismo con apenas dos años de vida, con gran parte del establishment en contra y con un discurso que ha ido modulando desde la izquierda más radical a una socialdemocracia rupturista, para arañar nuevos simpatizantes, aunque dejando algunos insatisfechos.

Lo sucedido con Podemos conviene medirlo con pausa. Porque no tiene precedentes entre la izquierda alternativa europea. Lograr más del 20 % de votos (sumando los partidos aliados en Galicia, Valencia y Cataluña) en sus generales no lo había logrado ninguna otra fuerza comparable en el continente. Solo el Movimiento 5 Estrellas del indescriptible Beppe Grillo, en Italia, que llegó al 25 % hace poco más de dos años. Pero ni el ahora determinante Bloco de Esquerda en Portugal ni los en su día influyentes verdes alemanes -con Joschka Fisher- llegaron a esas cifras en su primera cita nacional. Tampoco Syriza, el referente más cercano ideológicamente: los de Tsipras llegaron al Gobierno griego después de tres participaciones en generales; la primera, en el 2007, donde fueron una sorpresa... pero se quedaron en el 5 %.

«Estas elecciones preocupan no solo en España, sino en también en Europa», escribía el pasado viernes Owen Jones, uno de los ideólogos de esa izquierda rupturista, en su tribuna de The Guardian, para dar cuenta de la dimensión que podría tener en todo el continente el resultado de la gente de morado; prueba de ello, anoche, 400 periodistas de todo el mundo estaban en la sede del partido, e Iglesias contestando en inglés a varios medios.

Ahora bien, habrá que medir cómo gestiona ese enorme protagonismo y cómo compagina a los suyos en el Congreso -en el que tendrá el tercer mayor grupo- con sus primos en Galicia (En Marea), Cataluña (En Comú) y Valencia (Compromís), que tendrán sus propios grupos y sus propias estrategias. Un reto mayúsculo para quien venía a asaltar los cielos. Y aún puede hacerlo.