La coalición tuvo en sus tres mítines con Íñigo Errejón, Pablo Iglesias y el inglés Owen Jones los hitos de la campaña de la coalición en Galicia
19 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Rebeldes, zapatistas, resistencia, acción, «a vosa loita é a nosa vitoria», «hai que tomar a Xunta». Léxico de cierre de campaña casi de guerra de la coalición En Marea ayer en Vigo para seguir tocando hasta el último día la tecla de la fibra movilizadora reeditando la llamada ante las urnas de la indignación que ya empleó AGE en las autonómicas.
Las desconfianzas de inicio, los duros pulsos de la negociación de la candidatura, las señas de identidad ideológicas de cada partido y los desacuerdos larvados que anidan en el grupo parlamentario en Santiago han sido aparcados de manera efectiva por la coalición tripartita de Podemos, Anova y EU en pos de que todos los actores del acuerdo político de En Marea cuenten con escaño en el Congreso. Solo el discurso de Méndez Ferrín se salió de un escenario con márgenes obligatoriamente difuminados para dejar claro que a su entender los lazos con el chavismo no deben de ser ocultados, aunque en tratar de evitar esa identificación Podemos haya gastado toda su capacidad de convencimiento. «O camarada Maduro segue aí, volveremos gañar», dijo en mitad de la campaña el escritor y candidato al Senado.
En favor de la unidad, de presentar a En Marea como un bloque único, hasta las reticencias iniciales a una posición dominante de Podemos por parte de sus socios gallegos se ha olvidado en la puesta en escena electoral, que tuvo en los tres mítines de Íñigo Errejón, Pablo Iglesias y el inglés Owen Jones los hitos de la campaña de la coalición en Galicia.
Esa afinidad trazada en los últimos quince días ha llevado al secretario general de Podemos a anunciar que la relación entre los diputados de las candidaturas en las que haya participado su partido se guiará por un reglamento propio, lo que ya ha llevado a Alberto Garzón a poner el grito en el cielo reclamando una cuota del éxito que pueda tener En Marea al estar firmada su constitución por IU -EU no tiene personalidad jurídica propia-, aunque los candidatos de su organización no lo defiendan como su aspirante a la presidencia.