La herida abierta del nacionalismo supura en plena campaña

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

El número 3 de Nós por A Coruña llama tránsfuga a Beiras, quien estos días solo se volcará con los candidatos de Anova

25 nov 2021 . Actualizado a las 10:09 h.

Los intentos de reunificar el nacionalismo gallego en una candidatura única para las generales casi cuatro años después de la fractura de la asamblea de Amio fueron, en realidad, un trámite obligado. Con el éxito municipal de las mareas, la clave estaba en no ser los primeros en profanar la sacrosanta unidad popular ante la opinión pública. Ni Podemos quería, al ver al BNG como un lastre en franco declive electoral que poco añadía a su causa. Ni tampoco la UPG, partido mayoritario del frente, veía con buenos ojos la confluencia.

Sin embargo, quizás acorralada por un horizonte en el que asomaba la marginalidad electoral, la UPG dejó hacer y soltó cuerda a la ejecutiva del Bloque para negociar, convencida, como así fue, de que no habría confluencia. En medio de este juego, militantes y ciudadanos albergaron unas falsas expectativas, alimentadas por unos y por otros. Prisionero del camino que emprendió después de Amio, a Beiras no le ha quedado más que saltar a la otra orilla.

En ese contexto, el número tres de Nós Candidatura Galega por A Coruña, Suso de Toro, arremetió ayer en Twitter ante el anuncio de que Beiras participará hoy en un acto en Internet con Pablo Iglesias y Mónica Oltra. Y llegó a referirse al histórico líder como un «tránsfuga que entrega a unha estratexia política madrileña un cacho do poder político galego». La herida en el nacionalismo gallego sigue supurando. Y salen a la luz incluso las viejas rencillas. El escritor y candidato Suso de Toro siempre fue próximo a Camilo Nogueira, quien nunca conectó con Beiras.

Aunque muchos no lo hagan público por el decoro y el fair play que exige la campaña, en Nós y su entorno no perdonan a Beiras que, en un momento tan delicado, en el que el nacionalismo corre serio riesgo de desaparecer del Congreso, el líder de Anova haya preferido ir del ganchete a las generales del 20 de diciembre con fuerzas estatales. En la coalición En Marea se desprenden de este argumento con el convencimiento de que tendrá grupo propio para defender Galicia. Pero son muchos los que consideran que los diputados de esta candidatura serán, en realidad, parte del ejército en la causa de Pablo Iglesias en las Cortes.

Cuando en las autonómicas del 2012 Beiras lideró la exitosa fórmula de confluencia con Esquerda Unida quizás no pudo presagiar que terminaría tres años después ante una suerte de jaque mate en el tablero electoral. Aunque han pasado tres años, y la edad se nota, Beiras estará a medio gas en la campaña de En Marea. Nada que ver con la de AGE. Salvo excepciones, su presencia se limitará a actos en los que hay candidatos de Anova, como es el caso de Miguel Anxo Fernán Vello en Lugo o Alexandra Fernández en Pontevedra.

En las generales, lo que se había planteado ante la opinión como un proceso de unidad popular, de abajo a arriba, avalado por Beiras, fue en realidad una candidatura electoral que ya había sido precocinada por las cúpulas de Esquerda Unida, Podemos y Anova. Es decir, lo que se había presentado ante los ciudadanos como nueva política era en realidad la vieja, la de toda la vida.