El sistema electoral retarda la caída del bipartidismo

T. Novoa REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Extrapolación al Congreso de los resultados del 24M
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Pese al retroceso, PP y PSOE seguirían muy por delante de los emergentes en un Parlamento muy fragmentado

26 may 2015 . Actualizado a las 19:44 h.

Elección a elección, la suma de votos del PP y del PSOE sigue a la baja. Aún sigue por encima del 50 %, pero por poco. El domingo se quedaron en el 52,07 % de los votos, hasta 18 puntos menos de lo que sumaban hace no muchos años. Los resultados de las municipales y autonómicas muestran las grietas del bipartidismo, pero este se resiste a morir, blindado especialmente por el sistema electoral. No tanto por el reparto de escaños que fija la ley D'Hondt, que también, como por su distribución por circunscripciones, que prima las menos pobladas. Esto beneficia a populares y socialistas, en detrimento de las fuerzas emergentes, Podemos y Ciudadanos, que son fenómenos fundamentalmente urbanos. Es decir, circunscripciones en las que el precio del escaño, en número de votos, es mucho más alto.

Los ciudadanos votan de manera diferente según el tipo de consulta, como está sobradamente demostrado, por lo que la fiabilidad de extrapolar los resultados de unas elecciones municipales a unas generales es siempre escasa. Y más aún en este caso, porque Podemos ni siquiera se presentaba con su marca a las elecciones locales, y en los municipios en los que si participaba, lo hacía formando parte de candidaturas ciudadanas. Por esta razón, la atribución de escaños hecha a partir de una proyección de estos resultados puede ser todavía más incierta.

Con estas cautelas, lo que sí es evidente es que las municipales anticipan un próximo parlamento difícilmente gobernable, pese a que el PP y el PSOE se beneficiarían enormemente del sistema electoral, de forma que con un 52 % de los votos se harían con un 68 % de los escaños. Un regalo de 16 puntos. Eso es así porque en 23 de las circunscripciones, más de la mitad, se repartirían entre ambos partidos todos los escaños en juego.

Lejos de la mayoría absoluta

El Congreso resultante estaría dominado por populares y socialistas, muy próximos entre ellos (14 escaños de diferencia) y a notable distancia de la tercera fuerza, política, que sería Podemos, con casi 80 escaños menos que el PSOE. Es decir, las correcciones del sistema electoral dejaría un Parlamento con un bipartidismo atenuado, en el que ningún partido estaría cerca de la mayoría absoluta y que se abriría a distintas combinaciones de gobierno, que en todo caso obligarían a pactos entre más de dos formaciones.

Rajoy repetía ayer el mantra de que el PP sigue siendo el partido más votado. Y así es. Lo que no dijo es que su caída respecto de las anteriores municipales ha sido generalizada y muy profunda. Aunque también es verdad que en el 2011 había conseguido el mayor poder territorial. Pero la realidad es que ha retrocedido en absolutamente todas las provincias, y en catorce de ellas la caída ha sido de más de diez puntos. Además, ha sido especialmente significativa en Madrid, la Comunidad Valenciana, Baleares y Murcia. Es decir, aquellas comunidades en las que se han concentrado los escándalos de corrupción del PP. Asimismo, ha tenido retrocesos apreciables en Andalucía, en línea con lo sucedido en las elecciones autonómicas de marzo.

El PSOE también retrocede respecto al 2011, pero los datos indican que ha frenado la caída. De hecho, en 16 provincias mejora su porcentaje de voto, y en el resto la mayoría suponen descenso de menos de tres puntos. Salvo hechos aislados, como Albacete y Segovia, los socialistas tienen dos problemas fundamentales: uno es Cataluña, donde los retrocesos superan los ocho puntos; y las zonas urbanas, como Madrid, Zaragoza y Valencia, donde funciona una suerte de vasos comunicantes con Podemos, de manera que estos crecen significativamente más gracias a la caída del PSOE. El partido de Pablo Iglesias fagocita de manera generalizada a IU -que solo resiste en Asturias y Andalucía-, pero solo consigue competir directamente con el PSOE en media docena de circunscripciones. Es decir, el sueño de sorpasso al PSOE queda muy lejos de convertirse en realidad.

Ciudadanos, que cosechó el domingo un porcentaje de voto de entre el 6 y el 10 % en algo más de una veintena de circunscripciones, solo obtendría representación en media docena, fundamentalmente las más pobladas. Es también muy significativo de la evolución de la formación de Albert Rivera que obtiene sus mejores resultados lejos de su lugar de origen, Cataluña. En concreto, en Madrid y en Murcia. Y, de hecho, salvo en Barcelona, en el resto de la comunidad catalana su presencia en casi testimonial. De hecho, CiU lo superaría en el Congreso.