La victoria absoluta y el absoluto fracaso

Diego Pérez Fernández
Diego Pérez CONTRAPUNTO

ELECCIONES 2016

25 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Inapelable. Abel Caballero logró ayer una victoria aplastante. No solo es la primera vez que el PSOE obtiene la mayoría absoluta en Vigo, sino que nunca antes un partido se había hecho con 17 de los 27 concejales de la corporación municipal. De hecho, ningún candidato en democracia había acaparado más de la mitad de los votos emitidos en la ciudad. Ni siquiera las encuestas que ya auguraban el triunfo socialista apuntaban tan alto.

No resulta descabellado afirmar que semejante éxito se sustenta, principalmente, en dos patas: la apuesta por la masiva humanización de calles (más de 160 millones de euros invertidos en el arreglo de aceras desde los tiempos del Plan E) y un furibundo discurso contra la Xunta de Feijoo que ha calado en buena parte de los vigueses. Se lo han comprado. Ahí radica el incontestable éxito de Caballero y el monumental fracaso del PP. Porque ambas cuestiones son proporcionales. Los populares naufragan en Vigo de una forma escandalosa: 32.700 personas han dejado de votarles, más de la mitad de quienes lo habían hecho en el 2011. Se ha evidenciado el descontento con una oposición errática e incomprensible, que dio oxígeno a su rival en el último año de mandato al aprobarle los presupuestos y que nombró una aspirante a la alcaldía de mala manera y a última hora.

En resumen, Abel Caballero se ha comido al PP y, de paso, se ha comido también a un BNG que vuelve a la clandestinidad al perder los tres concejales que tenía. Un atracón en toda regla.