El gobierno en Lugo se presenta difícil. Hay algunas cosas claras: el PP no puede gobernar a pesar de ser el más votado, porque con su único apoyo posible, Ciudadanos, no alcanzaría más que 11 concejales de los trece necesarios. Tampoco podría ser votado para un gobierno en minoría, porque tiene a toda la izquierda del otro lado.
Vayamos pues a la izquierda. El PSOE de Orozco, a pesar de que su resultado es de los peores, podría apoyarse en Lugonovo y en el BNG para formar gobierno, pero ambos han dicho durante toda la campaña, y ayer mismo lo reiteraban, que no van a apoyar a un imputado para gobernar. Así que el PSOE tendría opciones de liderar un gobierno del ala izquierda o de ser el más votado para un gobierno en minoría, pero sin Orozco.
A la postre, las imputaciones judiciales del alcalde de Lugo se han convertido en un serio problema, que afectarán al gobierno de la ciudad, porque en caso de no ser imputado sería el candidato con más opciones a formar una coalición.
Pero el principal problema lo tiene el PP, y no solo en la ciudad de Lugo, donde se ha dado un topetazo de órdago, sino en toda la provincia, donde el Partido Popular ha perdido votos en numerosos municipios en favor del PSOE e incluso ha perdido casi una decena de alcaldías. Con estas cifras, no ha conseguido recuperar la Diputación, que seguirá en manos de un pacto del PSOE con los nacionalistas.
De lo que se hablará en los próximos días, y mucho, será del gobierno de la ciudad de Lugo.
desde el adarve