¿A cuántos votos sale el concejal?

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Lo que costó, de media, cada edil en 2011

En Vigo, hace cuatro años, fue necesario obtener al menos siete mil votos para llegar al 5 % que se exige para entrar en el concello; en Lugo fue suficiente con 2.500

24 may 2015 . Actualizado a las 09:08 h.

Todo voto por pequeño que pueda parecer, puede ser decisivo. El PSOE fue hace cuatro años la segunda fuerza más votada en Vigo, pero sus concejales le costaron menos votos, de media, que los del PP. En A Coruña, el único edil de EU tuvo que reunir el doble de papeletas que los del BNG. En Ferrol, Converxencia Galega se quedó fuera de la corporación pese a contar con más votos que los que de media le costó cada concejal a PP y PSOE. Pero así son los rigores de la ley d?Hondt, sistema que reparte los puestos a elegir mediante una proporcionalidad corregida y solo entre los partidos que obtengan más del 5 % de los votos válidos en el caso de las municipales.

El reparto se efectúa dividiendo la totalidad de los votos de cada candidatura por cada uno los puestos en juego (entre 1, 2, 3, 4... y así sucesivamente hasta cubrir el número de ediles de la corporación). Realizadas las divisiones, se atribuyen las actas entre las candidaturas que presenten los cocientes más altos. Ahí es donde se generan las diferencias de coste al no emplearse un método proporcional puro.

El más caro de Galicia fue el edil que logró en A Coruña EU, ya que sus 7.075 votos solo le dieron para entrar en una de las divisiones, la del edil número 14 de los 27 de la corporación. Con solo 8 votos más habría conseguido un segundo concejal en un concello donde el edil más barato, el número 27, le costó al BNG 3.541 votos, pero para superar la barrera del 5 % fue necesario tener al menos 5.426, 786 más de los que dejaron fuera a Unión Coruñesa.

En Vigo, para entrar en el consistorio fue necesario tener al menos 7.425 papeletas, lo que dejó sin representación a EU por 837, mientras que el PP no se hizo con la mayoría absoluta por 2.078 votos. En Ourense, el concejal salió a 2.907 papeletas, techo que de nuevo perjudicó a EU, que habría necesitado 1.827 más.

En Lugo, el coste mínimo del concejal quedó fijado en 2.585 votos, pero allí el perjudicado por la ley del belga d?Hondt fue el PP, al quedarse a 595 apoyos de la mayoría absoluta.

Quince votos clave

Pero hablando de afectados, nadie como el BNG hace cuatro años en Santiago. Quince votos más le habrían dado su cuarto edil en detrimento de un PP que habría perdido la mayoría absoluta. La barrera en Santiago se situó en 2.448 votos; en 2.182 en Pontevedra y en 1.749 en Ferrol.

En poblaciones con 21 ediles como Narón, el coste del concejal fue de 865 votos. En el siguiente tramo, las corporaciones de 17, el precio en las urnas de un concejal, por ejemplo en O Porriño, resultó ser de 541 papeletas. Y d 329 en Burela, corporación de 13 ediles donde el BNG no logró una segunda acta y romper la mayoría absoluta del PP por solo 9 votos.

Mondoñedo, situada en el grupo de los concellos de 11 concejales, necesita un mínimo de 149 papeletas para entrar, (CG se quedó a falta de 3); mientras que Corcubión, localidad con 9 ediles, precisa de 91 para superar la barrera del 5 %. En Mondariz Balneario, la franja a salvar es de 59 escrutinios, mientras que en Negueira de Muñiz, el pueblo con menos habitantes de Galicia y con la corporación más pequeña, el quinto concejal de su concello resultó elegido con 64 votos. Allí no hay ley d?Hondt sino que, por su tamaño, sus habitantes eligen directamente a cuatro personas para cubrir los 5 puestos, de manera similar a como se hace para el Senado.