¿Las bicicletas son solo para la campaña?

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Hay políticos que sí usan la bici como medio habitual de transporte. Censuran el uso que el resto de candidatos hacen de los pedales en campaña

21 may 2015 . Actualizado a las 16:55 h.

Es una tradición que no falla en cada campaña, un recurso que confirma que cuando las encuestas no van sobre ruedas, a los políticos les toca pedalear. En Madrid fue Rajoy, en su parodiado paseo por el parque de Madrid Río junto a las candidatas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, quien trató de promover el uso de la bicicleta, en una de las imágenes icónicas de esta campaña. Pero en Galicia la contienda electoral también deja diversas escenas a dos ruedas, como la de los integrantes de la lista del BNG en Lugo, que acudieron a un mitin en bicicleta, o la candidata del PP en Vigo, Eleña Muñoz, quien no dudó en prometer dos carriles bici desde el centro a Samil y poner bicicletas eléctricas a disposición de los ciudadanos. Unos paseos que ganan peso en campaña a pesar del recelo que despierta el uso de la bici -que está de moda- como simple gancho electoral.

La mayoría de los políticos se suben a la bicicleta únicamente para recabar votos. Sin embargo, hay quien sí ha demostrado su férreo compromiso con este medio. En Santiago, Pedro Rey, el número 10 de la lista del PP, y Xan Duro, número cinco de la de Compostela Aberta, compartieron iniciativas y acciones en defensa de su uso. Ahora, en campaña, y a pesar de su rivalidad política, ambos coinciden en denostar la imagen «frívola» que los partidos mantienen sobre este tema.

«Como recén chegado á política, a min si que me parece mal ver a políticos que se suben a unha bici, independientemente da cor da que sexan, so para facerse a foto, so para dicir que moderno son ou que á moda estou. Eu non o entendo, non o comparto. So parece que se lembran dela cando están en campaña. Eu creo que si realmente apostas pola bici, o máis fácil é usala», aclara Pedro Rey, quien asegura actuar de «Pepito Grillo» con el alcalde popular, Agustín Hernández, en este ámbito

Xan Duro también se muestra tajante al respecto. «Realmente da un poco de vergoña allea para os que utilizamos a bicicleta como medio de transporte. A mobilidade en bicicleta é un tema suficientemente serio e esquecido nos programas en xeral como para tomalo a chirigota cada catro anos», aclara el activista ecologista.

Ciertas asociaciones de bicicletas, como Composcleta, reducen esas escenas clásicas de campaña a una simple imagen. «No nos molesta pero simplemente es un teatro. Es como ir a acariciar a un niño», explica Carmen García, miembro de esta asociación cívica compostelana. «El gran problema de muchos políticos es que no van más allá, no se implican. Hablan de soluciones o propuestas sin conocer la realidad o las dificultades que afrontan los ciclistas», añade. «De hecho, nosotros invitamos a los representantes de los ciudadanos en Santiago a que durante la campaña electoral utilizasen medios alternativos en sus desplazamientos por la ciudad y nadie dio cobertura ni siguió esta iniciativa», puntualiza resignada.

No solo carriles-bici

Tanto Pedro Rey, director de la oficina web de la USC, como Xan Duro, técnico de bibliotecas, insisten en que el hándicap del tiempo en solo un mito -hasta en Santiago- y ponen como ejemplo a los países nórdicos, de exigente clima, donde el uso de la bici es frecuente. «Eu uso a bici dende hai moitos anos e sei que se pode usar todos os días, en calquera cidade e en calquera clima. Se ata o primeiro ministro de Holanda pode ir nos seus desplazamentos en bici...», reflexiona el popular. También coinciden en la necesidad de impulsar un cambio de mentalidad en la sociedad y no tanto en recurrir únicamente al recurso del carril-bici, un compromiso frecuente en los programas de los partidos aunque escasamente cumplido.

«Os carrís-bici, ao final, son ás veces unha ilusión, son casi medidas de campaña. Para algúns itinerarios están ben como, por exemplo, en Santiago para conectar ambos campus universitarios, pero non para todas as vías. Dicir que se vai montar un carril-bici porque si non conduce a nada, non ten sentido», aclara Pedro Rey.

«O carril-bici pode ser útil en determinadas circunstancias. Pero, por exemplo, no caso de Santiago é absolutamento innecesario. O importante é normalizar o uso da bicicleta e engadir sinalizacións específicas de que hai bicicletas na estrada», añade Xan Duro.

Reducción de velocidad, alterar el tráfico para quitarlo del centro de las ciudades, impulso de las rutas pedestres para que los niños se trasladen al colegio a pie (acompañados de un adulto), incidir en la convivencia entre los conductores y los ciclistas o un nuevo préstamo de bicicletas son tan solo algunas de las medidas que Pedro Rey cree que hay que repensar para empezar a mudar el modo de pensar. «¿Se necesita formación? As cosas se son lóxicas e sinxelas se instaurán pouco a pouco. Eu emprego a bici porque creo que é o medio máis eficiente e rápido para trasladarme por unha cidade pequena como Santiago. Teño comprobado que se chega moito antes aos sitios. Demostreino na propia campaña electoral con compañeiros de candidatura, que chegan máis tarde aos actos en coche», añade. Pedro Rey avanza, incluso, que dos de los actuales ediles populares le han confiado que después del 24-M también se iniciarán en los desplazamientos en bici por la capital gallega.

Cuestionado por si influye positivamente ver a dos representantes de los ciudadanos desplazarse realmente a dos ruedas, el popular no duda. «O feito de que políticos coma Xan Duro ou eu, que según as enquisas estamos en formacións con probabilidade de saír, provoca que os cidadáns vexan a dúas persoas moi implicadas con que se use a bici como medio de transporte. O movemento demóstrase andando. Se queres fomentar o uso da bici tes que usala e a xente ten que ver que a usas. Se estás falando conmigo é porque uso a bici, non porque alguén se inventase que a vou utilizar», aclara.