Aznar ajusta cuentas con el PP y Aguirre por ningunear a su mujer

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2016

Luca Piergiovanni | Efe

El expresidente del Gobierno acusa a Podemos de querer «cargarse España»

18 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Jose María Aznar tenía una cuenta pendiente y la saldó ayer. Aprovechó el mitin que dio en Madrid para ajustar cuentas con el PP, especialmente con Esperanza Aguirre, por haber ninguneado y tratado injustamente a su mujer, Ana Botella, de cuya gestión al frente de la alcaldía hizo una apología. Aseguró que ha tenido que soportar «cosas ingratas e injustas», pero Madrid «ha sido el mejor ejemplo» del proyecto del PP. Destacó que «ha trabajado como nadie, ha contribuido como nadie en estos años espantosos para cualquier alcalde» y «deja un legado como nadie lo ha recibido en muchos años ni recibirá en las próximas elecciones». Y prosiguió la catarata de elogios: «Nadie ha hecho ni de lejos lo que se ha hecho en la ciudad de Madrid, nadie ha aportado ni de lejos lo que ha aportado Madrid a sanear las cuentas públicas de España». Aznar señaló que lo decía con especial orgullo y con agradecimiento, que «es lo que se merece recibir de los madrileños y del PP».

Botella no se mordió la lengua en presencia de Aguirre, con la que mantiene una relación muy tensa, cuyo último episodio fue el plantón que le dio la lideresa en su última recepción de San Isidro. La candidata a la alcaldía había dicho en su intervención, acogida con extrema frialdad por el matrimonio Aznar-Botella, que se presentaba para que Madrid «sea más libre» y para que haya «menos impuestos». «Más libre, lo dudo», replicó Botella y le recordó que ya han bajado los impuestos. Señaló que en los momentos difíciles había tenido el apoyo de los militantes, lo que implícitamente significaba que no el del PP de Madrid, presidido por Aguirre.

Revolucionarios de salón

Aznar lanzó duros ataques a sus adversarios políticos. Tuvo para el PSOE, que viene «cada cierto tiempo a fundirse el país y venimos luego nosotros a arreglarlo», lo que, dijo, es una pérdida de tiempo. También aludió a la «incapacidad para hacer nada» de Susana Díaz, que «si eso es lo mejor que tienen, cómo será lo peor». A Albert Rivera, que dijo que la regeneración democrática debían hacerla los nacidos después de 1978, le lanzó este mensaje: «La renovación que se necesita no es prescindir de dos generaciones de españoles, que por lo visto deben ser imposibles, intratables e inútiles», afirmó.

Pero reservó su batería pasada para los «nubarrones de populismo de izquierdas» que representa Podemos. Calificó a sus líderes como «cuatro revolucionarios de salón importados desde Venezuela», que quieren «cargarse España» y destruir los pilares democráticos del sistema «a patadas». Ironizó sobre lo que han dicho de la represión en Venezuela: «No son partidarios de que los líderes de la oposición estén en la cárcel, pero como te empeñes un poco, os metemos en la cárcel a todos». Señaló que ahora dicen que son socialdemócratas y que han aprendido «en Marx y en Engels». «Y yo digo, y perdón por la expresión, ¡tócate!». Recordó a los profesores que lideran Podemos que «los herederos de Marx y Engels, entre otros Lenin y Stalin, asesinaron por millones a los socialdemócratas que conocían».

Rajoy ensalza las mayorías absolutas como el «pacto de la sensatez»

Mientras Mariano Rajoy va repitiendo la buena nueva de la recuperación económica en sus actos a lo largo de España, José María Aznar ha vuelto mitinero para enardecer a los suyos, tratar de que los desencantados del PP vuelvan al redil y arrear mandobles a sus adversarios políticos. El presidente del Gobierno defendió ayer en Burgos las mayorías absolutas del PP como el «pacto de verdad» y el «pacto de la sensatez» que se hace con los ciudadanos, frente a los acuerdos entre varios partidos.

Lo dijo en Castilla y León, comunidad donde los populares llevan gobernando veintiocho años, veinticuatro de ellos con mayoría absoluta, y que puso de ejemplo de ese «pacto de éxito» y de «sentido común» entre los ciudadanos y el PP. «Eso sí que es un pacto político y no algunas de las cosas que se nos anuncian ahora», añadió Rajoy, quien también advirtió de que el PP aún «no ha tocado techo» en esta región, que es la única en la que el CIS pronosticó que conseguirá mayoría absoluta el próximo 24 de mayo.

El presidente del Gobierno atacó a las fuerzas emergentes advirtiendo de que «sobran adanes» y reiterando que en estas elecciones «se eligen gobernantes y no tertulianos, ni estrellas de la televisión ni productos de márketing». Asimismo, repitió una vez más los logros en la gestión económica del Gobierno.