Susana Díaz, atada de manos por Chaves

Paula de las heras MADRID / COLPISA

ELECCIONES 2016

RAUL CARO | EFE

Ciudadanos quiere la cabeza del diputado y en el PSOE la presionan para que no sea moneda de cambio para la investidura

12 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Susana Díaz se enfrenta a una situación diabólica. Si en algún momento creyó que el mero hecho de que Manuel Chaves anunciara que no repetirá como diputado en la próxima legislatura le iba a facilitar las cosas se equivocó. El gesto acabó por no ser suficiente para Ciudadanos y, para colmo, la idea de que se estaba permitiendo jugar con el honor de uno de sus dirigentes históricos más destacados provocó una reacción iracunda de una parte del PSOE a la que puso voz Felipe González, pero que también comparten otros muchos.

En Andalucía, de hecho, la líder socialista evitó el pasado viernes que algunos dirigentes afines a Chaves -al que no obstante, le quedan pocos respaldos- siguieran adelante con su idea, aún muy embrionaria, de hacer un manifiesto para repudiar cualquier «chantaje» que implicara su renuncia.

En algunos sectores del PSOE el enfado viene de lejos. Dicen que ni a Chaves ni al también expresidente andaluz José Antonio Griñán se les ha defendido como «se merecían». Y no hablan solo de Susana Díaz, que fue la primera en decir que exigiría el acta a cualquiera de su partido que resultara imputado (sin tener en cuenta que la posición del PSOE es que la exigencia de responsabilidades la determina la apertura de un juicio oral), sino también de Pedro Sánchez.

«No se dan cuenta de que, lo quieran o no, han heredado todo lo que es este partido. Pueden cambiar cosas de ahora en adelante, pero lo que no deberían permitir es que otros les escriban la historia; porque esa historia que escriban otros la arrastrarán siempre ellos», apunta alguien que ha ocupado puestos de alta responsabilidad en el partido pero también en las instituciones.

Esa historia escrita por «otros» habla de dos expresidentes implicados en un fraude. Una imagen tan demoledora, dicen, como falsa. En palabras de Felipe González: «La duda está en si gestionaron bien o no; no se han adueñado del dinero público ni han sido responsables de la actuación fraudulenta».

Pero esto a Albert Rivera le da igual. Él ha hecho de la caída de Chaves el símbolo de la regeneración que proclama Ciudadanos y no tienen intención de cejar en el empeño hasta lograr su propósito. Su insistencia molestó a Susana Díaz, quien ayer lo criticó indirectamente al decir que estos días hay «mucho de postureo y pose». Por ello, le pidió «mesura» después de recordarle que el líder de Ciudadanos en Andalucía es teniente de alcalde de un ayuntamiento socialista, y «seguramente no piensa que está gobernando con el PSOE de ningún ERE ni caso similar».