Posada recalca que la Mesa del Congreso es soberana para permitir varios grupos a Podemos

r. c. MADRID / COLPISA

ELECCIONES 2016

J. J. Guillén | EFE

Al PP le será casi imposible retener la presidencia de la Cámara

30 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La próxima Mesa del Congreso, que se constituirá el 13 de enero, será soberana para organizar la vida parlamentaria de la próxima legislatura y, por tanto, para decidir si autoriza a las coaliciones en las que participó Podemos en las elecciones -En Comú Podem, Es el Moment y En Marea- a formar grupo parlamentario propio. Así lo explicó ayer el presidente de la Cámara baja, Jesús Posada, quien además recordó que el Reglamento del Congreso establece «con carácter muy general» los asuntos relativos a la organización de la institución y que el Tribunal Constitucional reiteró en varias ocasiones que la Mesa de la Cámara es «la autoridad máxima» que debe concretar cómo se aplican esas normas.

«Es muy probable que lo que decida la Mesa sea lo que se haga», comentó Posada, quien cree que si alguien recurre la decisión que adopte el órgano de gobierno de la Cámara, dará lugar a otra sentencia que remarque su soberanía para determinar la conformación de los grupos parlamentarios. A su entender, la nueva Mesa del Congreso tendrá margen tanto para autorizar la constitución de cuatro grupos parlamentarios con miembros de Podemos como para no hacerlo.

Cumplimiento de los requisitos

De todos modos, las tres coaliciones en las que participó la formación de Pablo Iglesias cumplen los requisitos mínimos que, en principio, establece el Reglamento para contar con grupo propio: tener más de cinco diputados y superar el 15 % de los votos en todas las circunscripciones en las que concurrían.

Sin embargo, el Reglamento también determina que «en ningún caso pueden constituir grupo parlamentario separado diputados que pertenezcan a un mismo partido» y que tampoco podrán hacerlo «los diputados que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado».

En cuanto a la formación de la Mesa del Congreso y a la Presidencia de la misma, Mariano Rajoy afirmó ayer que no renuncia a mantener esta, aunque todo apunta a que al PP le será imposible retenerla. El presidente del Gobierno en funciones recordó que a lo largo de la democracia la Presidencia de la Cámara baja siempre ha recaído en el partido más votado. Y añadió que no ve razonable que un miembro del PSOE ostente uno de los cargos más importantes del Estado cuando apenas cuenta con 90 diputados.

Sus argumentos no convencen a ningún otro partido, y los socialistas ya han dicho que aspiran a ocupar el puesto. Solo están de acuerdo con los populares en que la Mesa debe tener pluralidad y estabilidad. Según fuentes socialistas, ambas formaciones mantuvieron ayer una primera toma de contacto y acordaron hablar con el resto de grupos «para buscar un acuerdo lo más amplio posible siempre actuando con responsabilidad y generosidad». Ciudadanos y Podemos ya han avanzado que ven con buenos ojos que el presidente de la Cámara baja sea un socialista. Albert Rivera quiere que el cargo sea ocupado por una «persona de Estado» que no sea del mismo color que el del Gobierno. A Podemos, el apoyo a un socialista podría allanarle el camino para formar los cuatro grupos a los que aspira. De momento Compromís ya ha adelantado que apoyará a un miembro del PSOE. Democràcia i Llibertat (Convergència) e IU necesitan también de una interpretación laxa del Reglamento para poder formar grupos propios o con otras formaciones.