Gómez de la Serna y otros diputados que entrarán en el Congreso perseguidos por la polémica

La voz

ELECCIONES 2016

El cabeza de lista de Ciudadanos por Cantabria, que aseguró que había «yihadistas que son mujeres» y la controvertida Irene Lozano, que dejó UPyD para ir con Sánchez, entrarán en la futura cámara

21 dic 2015 . Actualizado a las 01:23 h.

Tras ser señalado por unos cobros de comisiones rozando la ilegalidad, y después de ser perseguido por su propio partido para forzarle a abandonar su puesto, Gómez de la Serna ha conseguido revalidar su escaño en Segovia por el PP. De nada ha servido la continua polémica que le ha perseguido en las últimas semanas, el candidato popular ha conseguido entrar en el Congreso después de que los populares consiguieran dos de los tres escaños en liza en la provincia de Segovia. 

Pero Gómez de la Serna no será el único diputado que accederá a los sillones del Congreso perseguido por los escándalos. Carlos Pracht, cabeza de lista de Ciudadanos en Cantabria, también se ha convertido estos últimos días en protagonista por sus salidas de tono. En concreto las palabras utilizadas para justificar las medidas que propone su partido para que hombres y mujeres sean iguales ante la ley en casos de violencia machista. Su argumento, tan simplista como fuera de lugar, lo llevó directamente al torbellino de críticas. «No solo hay hombres que matan a mujeres, sino que también hay casos de mujeres...», aseguraba Pracht en una entrevista en La Sexta, mientras que la periodista añadía; «Donde hay más muertes es de los hombres hacia las mujeres». Ante tal afirmación, el cabeza de lista cántabro sentenciaba sin pelos en la lengua: «Bueno, hay yihadistas que son mujeres». Pero sus meteduras de pata no se quedaron ahí. A cuatro días de celebrarse la cita con las urnas, y en plena visita de su líder a Cantabria, Pracht espetaba delante de toda la prensa que «el aborto es una forma de violencia».

Entre los candidatos polémicos de Albert Rivera, hay otros dos representantes que han conseguido llegar al Congreso. Pero en este caso no por hablar de más, sino por hacerlo de menos. Es el caso de Antonio Rodríguez, número uno del partido por A Coruña, que, preguntado en el programa Vía V de VTelevisión por sus propuestas para Galicia, decidía escurrir el bulto y esconderse como si fueran todo un secreto. «Propuestas para Galicia nosotros las vamos a hacer sobre todo a partir del 20 de diciembre». Muda también se quedó Virginia M. Salmerón, candidata de los naranjasa por Sevilla, que no supo «cómo explicar» por qué los votantes deberían optar por ciudadanos.

Irene Lozano volverá al Congreso, pero esta vez con un partido totalmente diferente al que llegó en los anteriores comicios. Después de renunciar al acta de UPyD, Lozano accederá a la Cámara pero lo hará de la mano de Pedro Sánchez, tras un fichaje que no estuvo exento de polémica, unas críticas que se reprodujeron hasta en su propio partido. Un movimiento parecido hizo Toni Cantó, que dejó a Rosa Díez para ir de la mano de Albert Rivera, convirtiéndose en número 2 de Ciudadanos por Valencia.

Estas elecciones también meterán en el Congreso, una vez más, a la Guardia Civil, eso sí, en son de paz. Juan Antonio Delgado, exportavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles y número dos por Cádiz en la candidatura de Podemos, es uno de los ejemplos que muestran lo ecléctico que será el nuevo parlamento español.

Los que se quedan fuera

Uno de los fichajes estrellas de Podemos, el exjefe de Estado Mayor de la Defensa Julio Rodríguez iba de número dos por la provincia de Zaragoza pero no ha logrado escaño. Lo mismo le ha ocurrido a Eduardo Madina, que tras disputarle el liderazgo del PSOE a Pedro Sánchez,se queda fuera del Congreso ya que iba de número 7 por Madrid.

Tampoco logran un puesto en el PP dos de sus pesos pesados en el País Vasco. Javier Maroto, que iba de número dos por Álava, y Borja Sémper, que encabezaba la lista por Guipúzcoa, y Marimar Blanco, hermana del concejal de Ermúa asesinado por ETA y número 14 de la lista por Madrid, no han logrado votos suficientes para garantizarse el acta.