Toñito, el hombre detrás de las pancartas de Feijoo: «Oxalá soubera cantos votos lle conseguín»

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela CARBALLO

ELECCIONES 2020

Toñito posa con uno de sus carteles
Toñito posa con uno de sus carteles ANA GARCÍA

Fan incondicional del presidente gallego, su imagen en los mítines con el eslogan «fenómeno» se ha hecho viral en toda España. Ahora sueña con irse a comer un chuletón de buey con él y Diego Calvo

17 mar 2022 . Actualizado a las 17:38 h.

En la fiesta con la que el PPdeG celebró en Santiago su victoria electoral la noche del domingo, todos esperaban por Antonio Rodríguez, Toñito. A las diez y cuarto, mientras el reelegido candidato popular desfilaba entre abrazos y confeti con los 41 escaños confirmados, al ritmo del One more time de Daft Punk, Toñito veía con alivio los resultados, salía de un bar en Carballo y emprendía un solitario peregrinaje nocturno hacia una capilla de Agualada, en Coristanco, para cumplir con su promesa a San Antonio. El mayor fan del presidente de la Xunta recompensó al santo, tras hora y media de trayecto, por impedir un cambio de inquilino en San Caetano. Así pasó aquella noche un personaje se ha hecho popular en toda España por sus pancartas y animaciones en los mítines de Feijoo.

El mayor templo a la figura del líder de los populares gallegos está en un garaje de Carballo. Junto a su furgoneta de vendedor ambulante y cajas cargadas de ropa interior, Toñito guarda camisetas, carteles, gorras y hasta un paraguas con la imagen de Feijoo. «Teño máis cousas aínda. Igual durmindo ocorríaseme algo, apuntábao nun papel e ao día seguinte chamaba e pedía que mas fixeran», dice mientras coloca su particular merchandising sobre unos tablones con la misma maña que en un día de feria. También muestra recortes de periódico con sus abrazos al presidente o sus icónicas pancartas en medio de un mitin. Tiene en un marco la del día en que empezó todo: «Antes ía votar e listo. Pero cando o coñecín a el... Bueno, xa viches a foto, non?».

La imagen que Toñito guarda junto a Feijoo, en el 2009
La imagen que Toñito guarda junto a Feijoo, en el 2009 JOSE MANUEL CASAL

Toñito siempre votó al PP sin tener especial interés por la política. «Eu nunca ía a un mitin», reconoce. Lo hizo por primera vez en el 2009, con Feijoo frente al atril, y algo se le removió por dentro. Ni siquiera recuerda lo que dijo, pero Toñito no logró contenerse y se puso en pie emocionado en medio del auditorio: «¡Eres un fenómeno!». El entonces candidato a presidente de la Xunta le respondió enviando el elogio de vuelta. «Ao rematar o mitin saiu falando comigo e aí empezou a miña amizade e admiración cara el», dice. La Voz recogió la foto ese día. Había nacido el mayor fan de Feijoo. 

Cada vez que hay un mitin trata de llegar a él. Al descubrir que nació en Os Peares, a pocos kilómetros de su aldea natal, San Miguel, le cogió aún más cariño. «Eu dígollo sempre: eres un fenómeno», repite delante de las pancartas y camisetas con su lema. Hasta en su foto de perfil del WhatsApp sostiene unos calzoncillos con esa palabra. Dice que al llegar a un mitin todos le reconocen y le llaman así. Una vez, en el Palexco de A Coruña, escuchó que le gritaban «fenómeno», se levantó para quitarse la chaqueta y apuntó con los pulgares a la frase que había serigrafiado en la espalda: «El fenómeno es Feijoo». 

En un acto para las europeas del 2014
En un acto para las europeas del 2014 JOSE MANUEL CASAL

La pasión que siente por el líder del PP es tal que, por primera vez desde los 14 años, dejó de ir a trabajar un domingo. Rompió su rutina -tampoco ha cogido nunca unas vacaciones- para acudir a una comida del partido, al que se afilió tras aquel mitin del 2009.

El domingo de las elecciones salió a las 5 de la mañana de casa para ir a la feria de Cee, regresó doce horas después y, sin parar a comer con su familia, bajó al colegio a votar. «A moitos lles fun levar a papeleta á casa. Non sabes a cantidade de correos que recibín o venres dicindo “xa fomos votar”. Fixen todo o que puiden», reivindica el hombre, que dedicó cada una de las jornadas previas a los comicios a sumar votantes, preocupado por que la abstención perjudicase a su «ídolo», otro de los elogios que le dirige con sus camisetas. «Oxalá [Feijoo] soubese os votos que eu lle conseguín», añade.

El día anterior, dice, el propio presidente le llamó al teléfono para agradecerle su apoyo. Toñito tiene la ‘A' de la agenda de contactos en el móvil cargada de alcaldes y línea directa en WhatsApp con diputados del partido y conselleiros. Uno de ellos le pasó hace unos días un vídeo desde A Coruña en el que el candidato popular se dirigía a él. «Ese é un militante do Partido Popular», remarcaba en el mitin, abriendo los aplausos del público y estirando, aún más, la sonrisa del fan en segunda fila.

Once años después de descubrir su afición, Toñito se ha convertido en una pieza fundamental del engranaje de las campañas electorales del PP. Cuando ve que Feijoo hace una pausa tras un largo discurso o se para a beber, ahí se levanta él con su pancarta. «Cando eu lle berro, a xente aplaude», explica. Una vez asistió a una sesión en el Parlamento y se contuvo en la silla para no saltar a recordarle que es un fenómeno. Allí no pudo llevar otra de las pancartas que tiene sobre la mesa con la frase «además de bueno, eres honrado», que sí pudo agitar en un mitin en Ourense sentado junto a la hermana y madre del líder popular. 

Ahora que Feijoo inicia su cuarto mandato, Toñito dice tener solo «un desexo na vida»: comer un chuletón de buey con él y Diego Calvo, el presidente provincial del PP en A Coruña, en el restaurante Río Sil de Carballo. Y con la vista puesta en el futuro, admite que no sentiría pena al ver marchar a su ídolo a Madrid: «Sería unha honra que sexa presidente do Goberno, é unha oportunidade única na vida».