Carlos Cigarrán: «Las encuestas han cumplido su función, que es mostrar la tendencia de quién ganaría»

J.B. REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2020

VITOR MEJUTO

El director de Sondaxe explica cómo la empresa demoscópica predijo la mayoría clara del PP y el sorpaso BNG

14 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La confirmación de la mayoría absoluta del PP y la escalada del BNG colocándose por encima del PSOE fueron las dos grandes tendencias confirmadas en estas elecciones. La empresa demoscópica Sondaxe, que se dedica a la elaboración de encuestas políticas así como informes para empresas, lo reflejó en las encuestas previas. Lo certificó en la última, publicada en La Voz el 5 de julio.

La confirmación de la mayoría absoluta del PP y la escalada del BNG colocándose por encima del PSOE fueron las dos grandes tendencias confirmadas en estas elecciones. La empresa demoscópica Sondaxe, que se dedica a la elaboración de encuestas políticas, así como a hacer informes de mercado para el sector privado, lo reflejó en sus trabajos previos. Lo certificó en la última entrega, publicada en La Voz el 5 de julio, y lo ratificó la noche electoral cuando antes de conocerse los resultados desveló los datos recabados por el tracking durante la última semana.

-La gran sorpresa de estas elecciones fue el ascenso del BNG, algo que predijeron.

-Lo vimos en la última semana de campaña. El BNG empezaba a sobrepasar al PSOE en todas las provincias. Había sorpaso. Unas veces estaba por encima, por unas décimas, el PSOE. En otras, como Ourense, había un empate técnico. En Lugo y A Coruña parecía haber distancias mayores. Lo que no podíamos determinar con exactitud es el final que hubo el día de las elecciones. Eso lo vimos cuando empezamos a manejar datos, a pocos días. Entonces veíamos que seguía esa tendencia del tracking.

-¿Qué pasó con Galicia en Común, que quedó muy por debajo de lo esperado?

-Ahí vimos una deriva similar al PSOE, donde la línea empezó con un 10 %. La tendencia fue bajando y, en la última semana, bajó mucho más. Vimos el descenso. Empezamos dándoles ocho diputados. Luego, los mantuvimos con seis diputados, pasamos a cinco y, más tarde, a cuatro. Fuimos radiografiando la caída, dato a dato, paso a paso. A partir del lunes seguían descendiendo, mientras que se mantenía la tendencia alcista del BNG cruzándose con el PSOE. ¿Qué pasó al final? Pues que Galicia en Común se desplomó. Creo que fue porque a dos días de las elecciones la bolsa de indecisos que tenían era todavía de más de un 20 %. El PSOE también tenía esa gran bolsa de indecisos.

-¿La victoria del PP era tan previsible?

-El resultado del PP lo clavamos. Es una línea recta durante toda la campaña que se mantuvo constante. De los cuatro es el único que era así, ya que el BNG estaba ascendente y los otros dos descendentes. El PP se ha mantenido siempre con unos porcentajes de fidelidad muy altos. Los técnicos lo estaban observando día tras día, con solidez. El BNG, igual. Donde había la indecisión era en los otros dos.

-Esta coincidencia vuelve a validar las encuestas. En los últimos tiempos había quienes las criticaban.

-Creo que las empresas demoscópicas serias le estamos últimamente cogiendo bastante bien el pulso a la opinión pública. Hay mucho trabajo detrás. Venimos de una época política en la que la aparición de fuerzas nuevas ha hecho más difícil la estimación del voto, porque también el electorado se hizo más voluble. La ventaja de Sondaxe es nuestra base histórica de datos. Cuando no tienes esos datos históricos andas más a ciegas. Pero en este caso creo que las encuestas han cumplido su función, que es mostrar las tendencias de quien ganaría finalmente. Todas han coincidido en su función, que era básicamente saber si el PP iba a tener mayoría absoluta o no.

-Había miedo a la abstención.

-Sí, había miedo por la excesiva euforia. Además, había una teoría que decía que por el temor al covid-19 la gente no iba a votar y eso iba a afectar a los personas de mayor edad, que es la que más vota al PP. Yo no lo veía así. La clave era la bolsa de indecisos, que no estaba en el PP, sino en el PSOE y en Galicia en Común. Son los indecisos los que a la hora de la verdad pueden estar más tentados a quedarse en casa y no votar. Eso es lo que ocurrió. Y la caída de la participación afectó a los que tenían más indecisos.