«Es humillante que no se nos haya dejado votar», dice la colectividad gallega en el exterior

VIGO CIUDAD

CAPOTILLO

Solo han conseguido enviar sus papeletas 5.726 personas de las 12.000 que lo habían pedido de un censo de casi medio millón de gallegos en el extranjero

14 jul 2020 . Actualizado a las 21:22 h.

«No nos quieren dejar votar. No quieren que medio millón de gallegos podamos elegir a nuestros representantes, que manifestemos nuestras demandas y preferencias, que podamos llegar a determinar el color de un Gobierno cuando la Ley electoral nos da ese derecho, votar, pero no nos dejan». Con toda la contundencia Eduardo Pahino, presidente de la comisión sociolaboral del foro institucional de la emigración española, condena el caos que se ha vivido en el reparto de la documentación electoral a los residentes en el exterior y que ha reducido aún más, a las menores cuotas de la historia, la participación de la diáspora en las elecciones autonómicas gallegas del domingo.

El Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior reacciona así al hecho de que las sacas con las papeletas que deberían haber sido repartidas en Venezuela a los electores gallegos (también para los vascos) no hubieran siquiera salido de Barajas, como ha reconocido la dirección de Correos ante la Junta Electoral central, o que haya dudas sobre el reparto de la documentación electoral en Cuba, al menos fuera de su capital. De países con decenas de miles de emigrantes gallegos como Argentina, Brasil o México han salido, en el mejor de los casos, poco más de un centenar de votos, pero consulados como el de México D.F. solo ha remitido 22 votos, seis desde Río de Janeiro, tres el de Miami, uno desde Rosario, o ninguno en el de Nueva York, como ejemplos de núcleos de representación gallega muy notables y que han tenido esta vez una actividad electoral nula. 

El voto rogado, implantado en el 2011 y que obliga a cada emigrante a solicitar poder votar en cada cita con las urnas y cruzarse dos envíos postales posteriores con la administración electoral, ha hecho descender por su dificultad hasta niveles mínimos la aportación de votos desde la diáspora. De más de un 30 % de participación antes de la reforma aprobada por PSOE, PP y CiU en la recta final del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se ha pasado en las elecciones del domingo a un bajísimo 1,2 %, que vuelve a manifestar las dificultades que la emigración encuentra para llevar a cabo su voto y que los tres envíos postales o comunicaciones con la administración electoral se ajuste a los cortos plazos habilitados para tramitar la votación.

«Es humillante que no se nos haya dejado votar, ya lo es la carrera de obstáculos a la que nos somete este sistema tercermundista pensado para que perdamos interés en votar y dejemos de hacerlo para que haya una regulación más restrictiva», dice desde la República Dominicana Eduardo Pahino, que constata que en ese país con 2.034 gallegos solo ha podido ejercer el voto uno. «Seguro que les preocupa y molesta que los españoles que estamos fuera podamos llegar a decidir el color de un Gobierno, pero eso no les ocurre con los miles de millones de euros en remesas que mandamos para España. Crean desafección y no solo en el voto, también para que sigamos relacionándonos empresarial y comercialmente con nuestro país», zanja el presidente de la comisión sociolaboral del Consejo General de la emigración.

Cifras ínfimas

Un total de 463.163 personas componen la emigración gallega, formada por nacidos en la comunidad que se fueron a residir a otros países y sus descendientes. Son el 17,16 % del total del censo electoral de Galicia, pero de todos ellos solo 12.359 pudieron o quisieron rogar su participación en las elecciones autonómicas gallegas, y de ese contingente únicamente 5.726 pudieron completar el proceso de recibir a tiempo las papeletas y enviarlas a sus consulados para que a su vez las oficinas de representación diplomáticas las remitiesen a las juntas electorales provinciales. Es decir, que solo el 1,24 % de los gallegos del exterior han votado, según el recuento provisional en manos del Ministerio de Asuntos Exteriores.

En la anterior cita electoral autonómica habían participado 10.777 emigrantes. Ahora 4.888 han remitido sus votos por correo y 838 se acercaron hasta las urnas de los consulados, si bien esta opción no soluciona el problema para miles de emigrantes que viven lejos de sus oficinas de representación o tienen horarios incompatibles para depositarlo en persona.