Seis de cada diez gallegos votaron, pese al buen tiempo y el miedo al virus

G. L. REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2020

La participación cae casi cinco puntos respecto a las anteriores autonómicas, pero roza el 59 %

13 jul 2020 . Actualizado a las 00:13 h.

Ni el buen tiempo, que invitaba más a plantar la sombrilla en la playa que a acercarse al colegio electoral, ni el miedo al virus, avivado por el repunte de los contagios en toda España en los últimos días, hicieron mella en el ánimo de los votantes gallegos. Casi seis de cada diez, un 58,88 % de los 2.234.152 electores llamados a las urnas este domingo en la comunidad, depositaron su papeleta en la urna, lo que supone un descenso de cerca de cinco puntos respecto a las autonómicas de septiembre del 2016, cuando la participación superó el 63,7 %. Lejos, eso sí, de escenarios de desmovilización total como el de las municipales celebradas en Francia hace apenas dos semanas, en las que la tasa de abstención rozó el 60 %. La respuesta de los electores gallegos a los mensajes de participación lanzados en los últimos días desde los principales partidos fue también superior a la registrada en el País Vasco, la otra comunidad que renovó ayer su parlamento autonómico, donde la tasa de abstención superó el 47 %.

Hay que tener en cuenta que los datos de participación son todavía provisionales, a falta de escrutar el voto emigrante. Hace cuatro años, la cifra definitiva cayó en diez puntos respecto a la registrada en la noche electoral en Galicia (el recuento se cerró entonces con un 53,63 % de sufragios depositados). Y en esta ocasión el desplome será aún mayor, ya que solo 12.359 de los 463.163 electores del Censo de Residentes Ausentes (CERA) han solicitado el voto, apenas la mitad que hace cuatro años.

Las colas, a primera hora

La afluencia a los colegios fue especialmente acusada en las primeras horas del día. Antes del mediodía habían depositado ya su papeleta casi uno de cada cinco electores. Una participación del 19,42 % en solo tres horas, batiendo todos los registros de las anteriores autonómicas (incluidas las del 2009, las de más afluencia a las urnas) y mejorando en más de cuatro puntos el dato del 2016. Claro que esa participación matutina masiva pudo deberse más al ansia de muchos gallegos por ejercer su derecho al voto antes de irse a pasar el día a la playa, porque luego la afluencia a los colegios se fue desinflando (el crecimiento a las 17 horas era ya inferior al medio punto respecto a los anteriores comicios) para crecer de nuevo al cierre de los colegios, en parte gracias al efecto del voto anticipado por correo. Y es que fueron más de 72.600 los gallegos que en esta ocasión, ya fuese por desplazamientos vacacionales, por miedo al virus o por simple precaución por lo que pudiera pasar, prefirieron depositar su sufragio con unos días de antelación en una oficina de Correos.

Por provincias, A Coruña fue la que registró la menor tasa de participación, que no llegó al 58 %, frente al 59 % de Pontevedra, el 60 % de Lugo y el 60,8 % de Ourense. En Burela, uno de los municipios que se seguía con más atención por ser epicentro del brote de A Mariña, más de la mitad de los vecinos fueron a votar.