El cierre de campaña del BNG || Ana Pontón invita a soñar: «Quen queira cambio, que me siga»
ELECCIONES 2020
El BNG emplaza a los gallegos desde A Coruña a participar de forma masiva en unas elecciones clave
10 jul 2020 . Actualizado a las 23:45 h.Cuando Ana Pontón tomó las riendas del BNG, en el 2016, el himno de aquella organización alicaída era una canción interpretada por Mini, hoy diputado autonómico, y por Pablo Jasper, del grupo Nao, titulada «Este soño é necesario para un soño». Era una reiteración de título, que en política se desea lo que no se tiene, y a aquel Bloque derrotado le bastaba ya con existir. ¡Como para soñar! Pero Pontón se lo creyó y forjó su liderazgo dando esperanzas e invitando a soñar.
Esta noche puso el broche a su campaña en A Coruña y aumentó la dosis. A los pies de la estatua de María Pita, en la plaza que lleva su nombre, parafraseó a la heroína herculina: «Quen queira cambio galego, que me siga», proclamó, en medio de constantes apelaciones a la participación en unas elecciones atípicas, marcadas por la pandemia del covid-19.
La campaña del BNG fue concebida de menos a más, y siguió esa misma evolución tanto en las proyecciones demoscópicas como en los mensajes seleccionados. El que Pontón se guardó para el último día en la recámara llamaba a la movilización masiva y a concentrar el voto en la candidatura del Bloque para hacer el cambio posible y poder así levantar de nuevo un país deprimido por el impacto de la pandemia.
Es, en definitiva, la misma receta emocional que aplicó en el BNG, que ahora propone trasladar no al partido, sino a un territorio de 2,7 millones de personas. «Quero pedirvos que fagamos historia cunha muller presidenta liderando un goberno coas mans libres para defender o noso futuro», insistió Pontón, dejando bien claro que su apuesta consiste en que ese BNG que ella modeló y sometió a un relevo generacional se convierta en la principal fuerza política de la izquierda, por encima del PSdeG.
Es una idea que la líder del Bloque soltó en su proclamación como candidata, el pasado enero, subida en una caja de bebida en la calle en Santiago. Postularse como presidenta con solo seis diputados en el Parlamento sonaba a fantasmada. Pero Pontón maneja ilusiones, invita a soñar, y en su organización ya tienen claro que hay que creerla. De hecho, algunas encuestas apuntan la posibilidad de que el BNG pueda llegar a duplicar su representación, algo impensable hace unos meses.
Para la jornada de cierre se reservó la líder del BNG dos mensajes más. Uno se lo envió a los electores jóvenes, que vuelven a girar la vista hacia una organización que tenía a su militancia encarando la edad de jubilación. «É o momento de apostar por algo diferente» sin temor al futuro. «O único que pode dar medo é a atonía da última década» que deja en Galicia el PP.
El otro mensaje concentra el deseo del BNG de volver a jugar en la liga de ciudades. Los demostró eligiendo A Coruña para el cierre. La ciudad donde nacieron -dijo- las Irmandades da Fala y tomó posesión Lois Peña Novo, donde fue alcalde Domingos Merino, donde se fundó el BNG y donde ella fue elegida líder para reflotar al Bloque.
