La campaña no despeja las incertidumbres

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2020

Reuters Efe

Sin mayoría a la vista, los partidos no han hecho nada para superar un bloqueo que podría repetirse

09 nov 2019 . Actualizado a las 01:08 h.

La campaña más corta de la democracia da paso a las elecciones más inciertas. La atomización del Parlamento ha conducido a un modelo de bloques de izquierda y derecha formado por seis partidos. Y, según el promedio de los sondeos, el margen entre uno y otro es de solo un escaño, en torno a los 156 diputados, sin que ninguno sume mayoría absoluta. Pese a ello, en la campaña los partidos no han hecho nada para superar el bloqueo que obligó a repetir las elecciones.

Y formar Gobierno parece aún más complicado que en abril. A priori, solo un acuerdo PSOE-PP o un pacto de la izquierda con los independentistas permitiría una investidura. Estas son las claves de una campaña en la que se habló mucho de Cataluña y de Vox y casi nada de economía. 

PSOE

Sobreexposición de Sánchez. Sánchez planteó la campaña pidiendo el voto para el desbloqueo, más que para aplicar un programa, y negándose a una coalición con Unidas Podemos. Contaba con dos bazas que debían jugar a su favor. El giro de su discurso sobre Cataluña hacia la máxima firmeza contra el independentismo y la exhumación de Franco. La primera se volvió en su contra por la violencia con la que el secesionismo respondió a la sentencia del procés. Y la segunda, apenas ha contado en esta campaña. Para tratar de superar la desmovilización de su electorado, Sánchez tuvo una híperexposición en los medios, que le llevó a cometer errores. El más grave, su alusión a que la Fiscalía recibe órdenes del Gobierno, por lo que pidió perdón, achacando su desacierto al cansancio. 

PP

Casado, de más a menos. Tras la maniobra de proponer una coalición a Ciudadanos que sabía imposible, Casado llamó a concentrar el voto de la derecha en el PP, utilizando un tono mucho más moderado que en la anterior campaña y apoyándose en figuras de perfil centrista como Ana Pastor. La táctica dio resultado, aupando al PP rápidamente hasta cerca de los 90 escaños y hundiendo a Ciudadanos. Pero en el tramo final esa tendencia se quebró por el auge imparable de Vox, que amenaza su crecimiento, lo que obligó a Casado a retomar el discurso más duro en torno a Cataluña e incluso asumir el riesgo de apoyar en el último día una propuesta de Vox para ilegalizar a los partidos que atenten contra la unidad de España.  

Unidas Podemos

Iglesias se lo juega todo a la coalición. Pablo Iglesias vio como Unidas Podemos aguantaba en los sondeos mejor de lo previsto y por ello ha planteado el órdago de que solo pactará con el PSOE si hay Gobierno de coalición. Pidió el voto de la izquierda para impedir que Sánchez se apoye en la derecha para gobernar. Quiso centrar el debate en asuntos sociales, pero el hecho de que Cataluña fuera el eje de la campaña no le favoreció por la ambigüedad de En Comú Podem. 

Ciudadanos

Enésimo giro de guion de Rivera. Rivera comenzó bajo la presión de unos sondeos que le auguraban un descalabro. Trató de darles la vuelta con su enésimo giro de guion al ofrecerse para desbloquear la situación y abrirse a pactar con el PP, pero también a facilitar el Gobierno de Sánchez si es necesario. No funcionó y los nervios afloraron con extravagancias como la del perro Lucas y una nueva sobreactuación en el debate, en el que en esta ocasión no brilló. 

Vox

El debate catapulta a Abascal. Todos apostaban por el declive de Vox, pero Santiago Abascal se ha convertido en el protagonista. Con similares tácticas, pero un discurso menos agresivo que en abril, Vox fue creciendo en la campaña, en la que el debate fue el gran punto de inflexión con un discurso de Abascal muy centrado en Cataluña y en las críticas al modelo autonómico. La sensación de que Vox puede crecer mucho más de lo previsto modificó las estrategias de todos los demás en el tramo final.

 Así fue el cierre de campaña en Galicia: