Pontón y Rego se toman un café en un bar de barrio con la Galicia real, objetivo de la campaña del Bloque

Susana Luaña Louzao
S. Luaña SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2020

Sandra Alonso

Los dirigentes nacionalistas incidieron en que lo que está en juego es el crecimiento del país

06 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

No fue en el Santiago turístico ni tampoco en el religioso, no eran las calles universitarias ni las administrativas. Fue en el Santiago de toda la vida, el que va por barrios. Y hasta allí, hasta el bar-pensión Oroña, en la Rúa do Home Santo, se desplazaron la líder del BNG, Ana Pontón, y el candidato nacionalista al Congreso por A Coruña, Néstor Rego, para escuchar los problemas «da Galicia real».

Tras una barra típica de taza de tinto y tapa de callos, en una mesa con mantel de hule, Pontón y Rego se tomaron un café con los vecinos y escucharon testimonios como el de Adrián, un joven investigador de 26 años que teme perder su empleo y que asume que, para hacer currículo, deberá pasar algunos años en el extranjero. También el de una mujer pensionista que, lejos de quejarse de su situación, contó con naturalidad su rutina diaria en la que se «apañaba» con una paga humilde, pese a que todos los días cuidaba de sus nietas para que su hijo y su nuera pudiesen trabajar y cocinaba para la familia entera. «Debería ter unha mellor pensión», admitió.

Tras la «conversa nun bar», Ana Pontón subrayó que, lo que está en juego el 10N no es el futuro de los candidatos de las fuerzas estatales, sino «o dos galegos e galegas de común». Néstor Rego denunció «a situación preocupante» que viven muchos gallegos como consecuencia de un modelo que limita el crecimiento del país. «Cada vez temos máis temporalidade e precariedade e moita xente acaba marchando», advirtió