De los intocables a los feudos perdidos: algunos casos curiosos que nos dejó el 26M

T. Silva / X.M. Palacios / M.Rodríguez / S.González REDACCIÓN / LA VOZ

ELECCIONES 2020

Los vecinos de Arteixo y Allariz siguen apoyando fielmente a unos colores, mientras que plazas clásicas socialistas y populares han experimentado un vuelco

10 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El tiempo se agota. Dentro de solo seis días, los concellos de Galicia se vestirán de su color definitivo. Habrán pasado 20 días desde la cita electoral del 26 de mayo, que tantas sorpresas dejó en la comunidad. El PSOE se convirtió en la fuerza en disposición de gobernar 6 de 7 ciudades y las mareas perdieron A Coruña, Santiago y Ferrol. 

Más allá de los grandes titulares, cada concello de la comunidad tiene su propia realidad. De los que parecen intocables...a los feudos caídos.

arteixo

El alcalde que protestaba contra sus propios ministros

Calvelo es alcalde desde el 2011
Calvelo es alcalde desde el 2011 ÁNGEL MANSO

Carlos Calvelo, regidor de Arteixo, es el candidato del PP con más apoyo de Galicia

Toni Silva

¿Qué debe hacer un alcalde del PP para convertirse en el alcalde del PP con más respaldo en Galicia? Alejarse del PP. O al menos, gobernar sin pensar en las consignas del partido. Y si para eso es necesario protestar públicamente contra una ministra de las mismas siglas, pues se hace. Este contestatario alcalde es Carlos Calvelo, arquitecto de profesión y desde hace 8 años, regidor de Arteixo, cuyos 32.000 habitantes hacen de este municipio el de mayor población gobernado por un alcalde del PP, y que acaba de renovar con mayoría absoluta (12 concejales de 21). La exministra de Fomento, Ana Pastor, fue una de sus principales dianas en la guerra para la eliminación del peaje de Pastoriza. Un sábado de verano le montó una caravana de protesta y a los ediles de la oposición no les quedó otra que sumarse. Y al no haber reacción, Calvelo se quejó del Gobierno de Rajoy en la Unión Europea. También se enfrentó a los suyos cuando retiró al Arteixo del consorcio de basura para hacer un servicio propio y más barato. Y demandó a la empresa de aguas, a la que le sacó 14 millones de euros. «Todos los pasos que doy son pensando en los vecinos», dice Calvelo. ¿Verso suelto del partido? Más bien haiku de guerra del PP.

vilalba

El PP perdió la mayoría y el poder en la cuna de Fraga

Veleiro rompió un feudo del PP
Veleiro rompió un feudo del PP ALBERTO LÓPEZ

Por primera vez desde 1979, en Vilalba habrá una alcaldesa: la socialista Elba Veleiro

Xosé María Palacios

Por primera vez desde 1979, en Vilalba (14.226 habitantes) habrá una alcaldesa, un gobierno local que no será del mismo partido que el de Manuel Fraga y una mayoría de izquierdas en la corporación. En el pueblo natal de su fundador el PP se quedó el día 26 sin la mayoría absoluta y sin la condición de partido más votado, perdida en favor del PSOE, que colocará a Elba Veleiro al frente del consistorio. Los populares vilalbeses no tuvieron competencia en el centroderecha, algo que es habitual en el municipio y que les impide pensar en un gobierno de coalición. Los votos se movieron hacia el PSOE, que aventajó al PP en casi 400 papeletas y que subió de seis a ocho concejales de un total de 17.

El PP tuvo como candidato a Agustín Baamonde, que volvió a la alcaldía en el 2016 en sustitución de Gerardo Criado, que pasó al Senado aunque sin dejar de ser concejal. Baamonde ya fue regidor entre 1990 y el 2005. La división interna del PP ha sido un hecho, algo que aprovechó el PSOE para ganar no solo en el casco urbano sino en algunas parroquias, rompiendo una hegemonía conservadora que parecía indestructible hace años. El alcalde en funciones prevé seguir en la oposición.

allariz

De una revuelta al apoyo mayoritario a un proyecto

Cid consiguió mayoría absoluta
Cid consiguió mayoría absoluta MIGUEL VILLAR

El BNG, con Cristina Cid, superará durante este mandato las tres décadas de gobierno municipal sin interrupciones en Allariz

M. Rodríguez

El Bloque Nacionalista Galego superará durante este mandato las tres décadas de gobierno municipal sin interrupciones en Allariz (6.110 vecinos). El Concello ourensano gobernado desde 1991 por los nacionalistas (primero con Anxo Quintana como alcalde, luego con Francisco García y ahora con Cristina Cid) presume de ser innovador y de ser locomotora de la promoción económica. Y los votantes ratifican un proyecto que, indudablemente, ha cambiado una villa que se marchitaba en los años ochenta y ahora presume de ser un municipio turístico, con vida comercial y hostelera, y que alza banderas en favor del medio ambiente o el feminismo, sin renunciar a preceptos nacionalistas. Lo que comenzó a finales de los ochenta como protestas por la contaminación del río Arnoia y con la ocupación del Concello acabó calando en una vecindad que avala, elección tras elección, las políticas municipales (9 concejales de 13 el 26M). Rehabilitación y puesta en valor del casco histórico, la potenciación de la Festa do Boi, el comercio outlet, el parque industrial de Chorente, el festival de jardines o las ferias estacionales fueron iniciativas que se impulsaron desde el Concello y que revitalizaron la villa.

ribadumia

La gaviota ya no vuela en el antiguo baluarte de Louzán

Castro tiene 8 concejales de 13
Castro tiene 8 concejales de 13 MARTINA MISER

El independiente David Castro, que en el 2015 selló un gobierno de coalición con el PSOE y Somos Ribadumia, desplumó el 26M al PP

Serxio González

No es Vigo ni Pontevedra. Tampoco Vilagarcía. Pero Ribadumia y sus cinco mil habitantes simbolizan mucho mejor que cualquier otra localidad de la provincia el declive que el Partido Popular ha experimentado en Pontevedra. Los conservadores, a los que solo su antiguo líder, Nené Barral, había sido capaz de hacer sombra en el 2003, defendían hace cuatro años en las urnas una mayoría absoluta insultante, compuesta por nueve de trece concejales. La oposición se desgañitaba, denunciando que una pléyade de familiares de los miembros del gobierno municipal sobrevolaban la plantilla de la Diputación, en la que Rafael Louzán reinaba a sus anchas. Pero el muro aguantaba elección tras elección sin una brecha. Para su desgracia, el PP falló en aquella cita y cedió por primera vez su dominio. El independiente David Castro, que en el 2015 selló un gobierno de coalición con el PSOE y Somos Ribadumia (una marca de las mareas), desplumó el 26M al PP al conseguir ocho ediles. El apoyo a la gaviota, que en el 2011 volaba con el 66% de los votos, ha caído a la tercera parte en ocho años, al tiempo que se esfumaba la presidencia de la Administración provincial. Vidas paralelas.