Rafael Cuíña, alcalde y candidato en el nombre del padre: «Téñoo presente sempre»

Rocío Perez Ramos
rocío ramos LALÍN / LA VOZ

ELECCIONES 2020

Cuíña, junto al portavoz del PNV Aitor Esteban, esta semana en Lalín
Cuíña, junto al portavoz del PNV Aitor Esteban, esta semana en Lalín miguel souto

El regidor de Lalín dice no perder de vista lo que hizo Xosé Cuíña mientras recorre 50 parroquias para repetir en el cargo

24 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cuatro años, el hijo del histórico conselleiro lalinense Xosé Cuíña, el delfín de Fraga, daba el paso y se presentaba como candidato a la alcaldía de Lalín por Compromiso por Galicia. Las quinielas -excepto la suya propia- le daban un resultado modesto. Y contra pronóstico se convirtió en regidor de Lalín con un pacto a tres, y luego a cuatro. Un puesto que ya ocupó su padre, ganándose un hueco en la historia del municipio. Y eso, explica, «xa non hai quen mo quite». Esta vez se encomienda a las porras de los bares: «Na maioría dos casos auguran que gobernaremos co PSOE».

Es uno de los pocos alcaldes de la formación que ayudó a fundar, pero con la que ya marcó distancia cambiando el Galicia por Lalín. «A relación é boa, pero non fago nada de vida de partido, non por nada, senón porque estou absolutamente centrado aquí». «Existe ese nicho de voto para unha formación socialdemócrata pero cos pés no chan como é Compromiso». El miércoles llevaba a comer a Aitor Esteban, del PNV, partido socio de Compromiso en las europeas, y que paró por Lalín.

De estos cuatro años al frente del gobierno cuatripartito, gran parte del mandato en minoría tras la fuga de un edil, Cuíña se queda «coa proximidade da xente». Un mandato intenso y a ratos convulso que también le pasó factura en lo personal y que se refleja en la suma de canas. «A miña muller di que se me nota moito nas fotos», comenta.

Presume de hábil conciliador y de tener buenas relaciones con las cúpulas de los partidos en Galicia. Incluido Feijoo, con quien coincide «nas vodas de amigos». Durante la campaña las mañanas y las primeras horas de la tarde se las sigue dedicando a la gestión municipal y a partir de ahí, maratón de mítines por más de 50 parroquias.

Desde su llegada a la alcaldía no perdona un paseo diario por las calles para hablar con los vecinos «e pola tarde nun par de parroquias, sempre». Ante una decisión importante confiesa que «sempre teño presente a figura de meu pai».

En estos comicios se bate -de nuevo- con el ex senador y veterano político del PP José Crespo, que ocupó la alcaldía 25 años, y a quien la suma de Compromiso, PSOE, BNG y PAC colocó en la oposición. Crespo lucha por recuperar la mayoría absoluta ofreciendo «un novo espazo de xogo, onde se funcione interactuando con outras Administracións» y cree que los vecinos tienen que decidir si quieren que los gobierne el PP «ou un guiso de varios reeditando un cuadripartito. Foi nefasto».