Sánchez tantea a los líderes de la oposición para gobernar en solitario

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2020

SERGIO PEREZ | reuters

Casado y Rivera no facilitarán la investidura e Iglesias la condiciona a tocar poder

06 may 2019 . Actualizado a las 08:00 h.

La convocatoria, una semana después de imponerse en las urnas, es oficialmente para «analizar la situación política tras las elecciones del 28A», pero, en la práctica, la ronda de reuniones que Pedro Sánchez abre con los líderes de la oposición es más pragmática: quiere tantear a sus oponentes de cara a conseguir su objetivo de gobernar en solitario.

Crecido tras los resultados de los comicios, Sánchez se ve de nuevo presidente y no muestra reparos en usar la Moncloa para unos contactos políticos que, en este momento, no deberían salir del ámbito estricto de las formaciones políticas, especialmente por su potencial interferencia en las próximas citas con las urnas del 26M. Pero el líder socialista no ha querido perder un segundo ni esperar a que el rey Felipe VI le encomiende la formación de Gobierno, tras la preceptiva constitución del nuevo Congreso -el próximo día 21-, para sondear a sus rivales políticos de cara a su investidura, aunque sus posturas sean ya conocidas.

La anómala situación, que sin embargo tiene como precedente las reuniones a las que Mariano Rajoy convocó al propio Sánchez, a Albert Rivera y a Pablo Iglesias tras las elecciones de diciembre del 2015, es aun más llamativa si se tiene en cuenta la inminencia del arranque de la campaña de las elecciones municipales, autonómicas y europeas, del próximo 26 de mayo. De hecho, el monarca ya aplazó su propia ronda de consultas con los representantes políticos, que no se producirá hasta junio.

En cualquier caso, ninguno de sus adversarios ha optado por aplicar el dicho de que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar, y no se han negado a acudir a la llamada. El jefe del PP, Pablo Casado, abrirá la ronda hoy, a las 13 horas, y mañana, a las 11, le seguirá el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, mientras que a las 17 cerrará el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que no ocultó su malestar por el hecho de que Sánchez priorizara en los turnos a las formaciones conservadoras. De hecho, la reunión con el líder de Podemos es la única que podría deparar alguna -aunque improbable- sorpresa, ya que tanto Casado como Rivera han dejado claro que en ningún caso facilitarán la investidura con su abstención.

Para el presidente del PP será su segunda visita a la Moncloa. De la primera, en julio, recién aterrizado como sustituto de Rajoy en el partido, no salió acuerdo alguno, ya que le ofreció reconducir la política fiscal con bajadas de impuestos y Sánchez respondió pactando los Presupuestos con Podemos.

Las principales propuestas que Casado hará hoy no difieren de las del verano: básicamente menos impuestos y mano dura con el secesionismo catalán -justo lo contrario de los postulados con los que el PSOE ganó las elecciones-, amén de reivindicarse como líder de la oposición.

Precisamente ese es el papel que el presidente de Cs disputa a Casado tras la debacle del PP. Rivera, además, hizo pivotar su campaña en la promesa de que jamás pactaría con Sánchez y los militantes también le dejaron muy claro al socialista que «con Rivera, no». Por eso el único entendimiento posible es con Iglesias, quien, sin embargo, y en contra de lo que Sánchez quiere (no más que acuerdos programáticos), pretende tocar poder forzando -por segunda vez en un año- un Gobierno de coalición.

Precisamente, hoy, Iglesias se encierra con su consejo ciudadano (máximo órgano morado entre asambleas) para analizar el horizonte que deja el 28A. Unidas Podemos incluso dejó abierta la puerta a votar en contra de la investidura de Sánchez, si este rechaza la coalición, lo que podría llevar a una repetición electoral.