Pablo Iglesias: «Estamos muy cerca de gobernar, pero sectores de PSOE van a trabajar por un pacto con C's»

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

ELECCIONES 2020

Ofrece subir el salario mínimo a 1.200 euros, contratos indefinidos a los seis meses y una empresa eléctrica pública, sector que dijo, compró a Felipe González y Aznar

25 abr 2019 . Actualizado a las 15:48 h.

Pablo Iglesias cosechó este mediodía en Vigo el mayor lleno de cuantos se han registrado en la ciudad olívica en lo que va de campaña electoral. En el mismo escenario que la pasada semana Pedro Sánchez pidió el voto para el PSOE, el candidato a la presidencia de Unidas Podemos aseguró haber conseguido que la campaña no se haya centrado ni en Quim Torra ni en Vox, sino en los problemas que presentan los españoles, dijo aludiendo al contenido de los debates televisados de esta semana, a los que volvió de manera reiterada mostrando su convencimiento de que le han resultado electoralmente rentables. 

Más de 200 personas «a la cola»

Los golpes en las puertas del auditorio Mar de Vigo se hicieron notar con el mitin en marcha y antes de su llegada por parte de unas doscientas personas que no consiguieron entrar al llenarse gran parte el hall de la instalación municipal. Todos pudieron entrar finalmente, tras la protesta, para escuchar a Iglesias calificar «de victoria ya conseguida que la gente no se haya dejado engañar y hablar de Cataluña y Vox. Parecía que iba a ser imposible hablar de lo que importa a la gente, de sanidad, de educación, de pensiones, de la factura de la luz, pero lo hemos conseguido diciendo verdades», valoró para atribuir a su formación haber marcado el guion de la campaña. Para él uno de los grandes problemas se vinculan al mundo laboral por la temporalidad que dijo, impide estabilidad a multitud de ciudadanos, achacando dichas carencias a las reformas laborales de PP y PSOE, que fueron «un fracaso y una tomadura de pelo». Como contraste a esa situación, Iglesias ofreció un contrato temporal tasado para que no pueda superar los seis meses los temporales, convirtiéndose en indefinidos tras esa franja temporal. También advirtió que si Unidas Podemos logra responsabilidades de gobierno se tendrá que reconocer como asalariados a los autónomos que tengan un solo pagador. «Estas son verdades concretas, de las que no hablan los demás», apuntó para reivindicar para sus filas la consecución del salario mínimo de 900 euros, «que hemos demostramos que no ha hundido la economía, la reactiva» afirmó para indicar que se puede subir más, «a 1.200 euros con voluntad política», concretó. 

Iglesias y su inseparable Constitución 

El debate televisivo le sirvió de nuevo para hablar de vivienda y para apoyarse en la Constitución para legitimar que se pueda intervenir en dicho sector en caso de especulación. «No hace falta hablar de Vox o de Torra para hablar de vivienda o intervenir el mercado del alquiler, bajar la factura de la luz», punto en el que elevó el tono para enlazar el precio de la electricidad directamente con la corrupción, a cuenta de las llamadas puertas giratorias. «Compran como a gente como Felipe González o José María Aznar, pero que no venga ningún exministro o expresidente a dar lecciones de patriotismo cuando se dejan comprar por las eléctricas», piso con fuerza en un tono mitinero y ante un público más entregado a escucharle que a jalear su intervención. «Quien privatiza una empresa pública es un traidor,  y no hace falta envolverse en banderas, son los servicios públicos los que nos hacen iguales, independientemente de donde hayas nacido», dijo para eludir así debates territoriales

Y con el artículo 128 de la Constitución para decir que la riqueza del país tiene que estar subordinada al interés publico, prometió crear una empresa pública eléctrica para bajar el predico de la luz. «Defender un país es defender la pesca y negociar de otra manera las cuotas en Europa y no odiar a los independentistas, lo es defender la industria y al sector naval y que no se dé la vergüenza de que haya ganaderos en Galicia que tengan que vender la leche a precio por debajo del mercado, no puede ser», protestó para ceñir alguna reflexión concreta al terreno, «Galiza», pronunció. 

Esas puntualizaciones  programáticas le sirvieron para aseverar que no se está cumpliendo la Constitución e insistió en que es lo que piensa una mayoría amplia de ciudadanos en toda España, «por lo que hay que apostar por una fuerza política que esté dispuesta a hacerla cumplir», punto en el que Pablo Iglesias auguró que habrá sectores económicos y del PSOE «que van a trabajar para que haya un gobierno con Rivera,  por eso un voto a Unidas Podemos vale doble: para frenar a la derecha, porque no vamos a llegar a ningún acuerdo con PP, Vox o Ciudadanos, y porque el nuestro no es voto en negativo, es un voto para que el derecho a la vivienda se cumpla, o para que haya una empresa publica de garantía, sanidad y educación públicas y un programa progresista», dijo tratando de ampliar el posible espectro de apoyos. 

«Si gobernamos cambiarán cosas, porque se han construido mentiras sobre nosotros, pero no es cierto que todos los políticos iguales, porque si fuera así ¿para que trabaja Villarejo? ¿Para qué compran políticos las empresas del Ibex 35. A nosotros no nos compra nadie», concluyó recuperando parte del espíritu dialéctico de su formación. «Pedimos una sola oportunidad, si no somos capaces de poner freno a los privilegiados, no nos voten más», pidió ya abiertamente al final del mitin, para añadir que «Estamos muy cerca de gobernar por lo que que nadie se quede en casa», zanjó. 

Yolanda Díaz, presentada en el acto de Vigo como la próxima ministra de Trabajo e Industria, afirmó que En Común Unidas Podemos está cerca de asegurarse un segundo escaño por Pontevedra y uno en Lugo y Ourense.