Las cloacas del estado
Iglesias juega su carta favorita. «No, no. De cloacas mejor no hablamos, ¿verdad?», dijo Pablo Iglesias mientras sonreía a cámara ante las dudas de Sánchez y Rivera para arrancar a hablar de la corrupción política. Por primer vez en todo el debate, ni uno quería tomar la iniciativa, algo que el candidato de Podemos aprovechó para jugar su carta favorita y que siempre emplea para recordar que en muchas ocasiones el PSOE y el PP se alían en determinadas votaciones, como para impedir que el comisario Villarejo acudiera a una Comisión de investigación en el Congreso.
La FOTO de OTEGI
El bolsillo mágico de Rivera. Los bolsillos de la americana que vistió Albert Rivera en estos dos debates parecían los del gato cósmico Doraemon. Si en el de TVE sacó una foto enmarcada de la reunión de Sánchez con Torra en Pedralbes, ayer sorprendió con otra instantánea del líder de Bildu, Arnaldo Otegi, cocinando a cuatro manos las pasadas Navidades junto a la secretaria general del PSOE vasco, Idoia Mendia. «Sánchez es el candidato del terrorista Otegi», dijo Rivera mientras colocaba la fotografía sobre su atril. El jefe del Ejecutivo replicó: «Qué vergüenza. Qué falta de escrúpulos», dijo, abochornado. Pero Rivera siguió adelante y recordó que José María Mújica, hijo del socialista Fernando Mújica asesinado por ETA en los noventa, rompió el carné del partido al enterarse de ese encuentro, o que el histórico expresidente de Extremadura, el también socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra, definió la velada entre Otegi y Mendia como «la cena de la vergüenza».