Pedro Sánchez, en Vigo: «Estamos muy cerca de ser primera fuerza en Galicia»

carlos punzón / miguel ascón VIGO / OURENSE

ELECCIONES 2020

ÓSCAR VÁZQUEZ

Promete reformar la Constitución para dejar blindado el sistema de pensiones

17 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Pedro Sánchez ya pisa el acelerador de la campaña hasta el fondo. No ha llegado al ecuador y ayer en Vigo y Ourense el candidato socialista hizo un llamamiento diáfano a concentrar el voto de la izquierda en las candidaturas del PSOE. Llamó incluso a los que no nunca han votado a los socialistas pero quieren moderación frente a los discursos del centro-derecha. A ellos les prometió salvaguardar los derechos sociales y blindar las prestaciones publicas, incluso reformando la Constitución para garantizar la perviviencia de las pensiones. «Somos los únicos que no queremos retroceder y los únicos que podemos frenar a esta derecha», aseguró al mediodía también en la comida-mitin que celebró en Ourense ante unos 300 comensales.

En sus dos únicas citas en Galicia subrayó que pese a la buena marcha que estima lleva su campaña «lo importante de unas elecciones no es cómo empiezan o cómo se desarrollan, sino como acaban». Así todo, su diagnóstico es que el PSOE «está a punto de rebasar al PP en Galicia», extremo que ya vaticina el tracking electoral que publica La Voz. Y añadió que los socialistas están muy cerca además de certificar una mayoría amplia en el Congreso, pero para eso requirió una movilización masiva.

«Estos son los mítines que me gustan a mi, los mítines de la apoteosis», clamó Abel Caballero ante un hall del auditorio Mar de Vigo lleno, con 1.890 personas, según la organización, que contabilizó sin poder entrar a otras mil fuera en la calle, donde unos doscientos trabajadores de Ence y sus familias recibieron a Sánchez entre gritos y sirenas para reclamar la continuidad de la planta pastera en Pontevedra.

La familia socialista viguesa nunca ha estado tan unida y esa circunstancia se dejó notar en el lleno cosechado y en los cruces de alabanzas que el alcalde de Vigo y Gonzalo Caballero se dedicaron. «Abel es el mejor alcalde que pueda haber en cualquier ciudad del mundo y Vigo va a ser la vanguardia contra el avance de la derecha», gritó el secretario general del PSdeG. Y la respuesta de Abel Caballero fue incluso más alta en decibelios e intensidad. «El próximo presidente de la Xunta será Gonzalo Caballero de Vigo, ¡de Vigo!» auguró a pleno pulmón, señalando a su sobrino y diciéndole que «tienes muy preocupado a Feijoo porque sabe que solo le queda ya un año».

Pedro Sánchez tiró de táctica mitinera envolvente: Explicar los avances sociales que estima ha conseguido su Gobierno; advertir que están en peligro de perderse si el PSOE no gobierna; prometer estabilidad, que subrayó que es lo que quiere la mayoría de la sociedad española; dibujó una oposición carente de líderes, equipos y buenas intenciones, y finalmente negó los achaques que PP, C’s y Vox imputan a su gestión.

No a la independencia

El presidente del Gobierno entonó un tímido ¡Viva España! para confesar que es lo que siente cuando ve las manifestaciones feministas del 8-M, o comprueba el nivel de la sanidad pública. Indicó que ambas circunstancias, así como las pensiones o los subsidios sociales corren riesgos por culpa del PP, dijo por no plantar cara a Vox y hacer seguidismo del partido de Abascal en sus discursos y planteamientos.

Y en el capítulo de negaciones, Pedro Sánchez rechazó tanto haber pactado más que la censura con las formaciones independentistas, como que el secesionismo catalán pueda abrigar alguna esperanza de lograr la independencia. «No habrá independencia, y es que el problema catalán no es de independencia, sino de convivencia y se tiene que resolver dentro de la Constitución y el Estatuto con diálogo, que es lo que defiende el PSOE», añadió.

Y acabó con un aviso y un reproche. La advertencia «a los agentes corruptos de la policía patriótica, lo van a pagar hasta las últimas consecuencias». Y la cuenta se la sacó a Alberto Núñez Feijoo, del que dijo no haberle oído defender las competencias logradas por las autonomías frente al discurso centralizador que achacó al PP y al resto de la derecha. «Y por eso quiero a Gonzalo Caballero como el próximo presidente de la Xunta».