La actriz Paula Echevarría dejó una elegante expresión para la historia tras los insistentes rumores sobre la crisis en su relación con el cantante David Bustamante: «En mi casa pasan cosas». Luego sucedió lo que contó el cuché. En España, estos días «están pasando muchas cosas». Lo dijo ayer el líder absolutísimo de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, al intentar desmentir la debacle de ese proyecto que iba a asaltar los cielos y aterrizó en Galapagar. Para Iglesias, lo que pronostican el CIS y muchos otros sondeos -una sangría traducida en la mitad de apoyos y escaños- no es ni siquiera papel cuché, es papel mojado. Micro-cuenta Iglesias que cuando Tezanos se despertó, él no estaba ahí. Es ahora, a la vuelta de la recurrente baja por paternidad, cuando están «pasando muchas cosas». O sea, hola, Pablo Iglesias; adiós, bajón de Podemos. Qué pensarán sus lugartenientas y lugartenientes. La medida de la remontada gracias al regreso del padre pródigo es que hasta lo paran «en los aeropuertos». He aquí el próximo presidente del Gobierno... si los escaños fueran repartidos en función no de los votos, sino del ego.