Pedro Sánchez da al País Vasco la transferencia de autopistas que niega a Galicia

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XOAN CARLOS GIL

El acuerdo con el PNV para sacar adelante los últimos decretos ley del Ejecutivo socialista cierra el traspaso de la AP-68, vial de la misma generación que la AP-9

05 abr 2019 . Actualizado a las 07:27 h.

El País Vasco conseguirá en breve lo que Galicia lleva años reclamando sin éxito: la transferencia de la titularidad de una autopista. El apoyo dado ayer en el Congreso por el PNV a los seis últimos reales decretos del Gobierno de Pedro Sánchez le ha abierto definitivamente la puerta a asumir la competencia de la autopista AP-68 (Bilbao-Zaragoza) a su paso por territorio vasco, así como la transferencia de la legislación sobre productos farmacéuticos, el seguro escolar y la ordenación de las jubilaciones ordinarias de los trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo. 

La semana que viene sin más demora, la comisión mixta entre Gobierno central y vasco se reunirá ya para certificar dichos traspasos, momento en el que se iniciará la cuenta atrás para la asunción de la autopista por las diputaciones forales de dicha comunidad, mientras el resto de la autopista que continúa por La Rioja y Aragón seguirá en manos del Ministerio de Fomento. Partidario en un principio de abrir un debate en el Congreso sobre la conveniencia de transferir a Galicia la AP-9, como por tres veces ha reclamado por unanimidad el Parlamento de Galicia, el Gobierno central se acabó de manifestar el mes pasado en contra de la transferencia de la AP-9 a la comunidad gallega indicando en una respuesta parlamentaria que «se considera oportuno mantener la AP-9 en la red de carreteras del Estado  bajo competencia de la Administración del Estado».

El País Vasco ya había asumido la gestión de la autopista AP-1 a su paso por su comunidad, pese a que es un vial que conecta España con Francia, criterio el de ser una carretera internacional en el que se ha amparado tanto el Gobierno de Sánchez como el de Mariano Rajoy para rechazar la transferencia de la AP-9 a la Xunta, pese a que no es la Autopista del Atlántico la que conecta con territorio luso sino la autovía A-55. El Gobierno de Sánchez aduce que la AP-9 es de interés general al conectar puertos y aeropuertos, infraestructuras a las que también se aproxima la autopista vasca que ahora se va a a transferir.

La AP-68 (autopista vasco-aragonesa) se abrió como la AP-9 entre finales de los años setenta y principios de los ochenta. Mide casi cien kilómetros más que la gallega y fue prolongada su concesión también como la de Ferrol a Tui por José María Aznar en el año 2000. La comparación entre las dos autopistas genera desde entonces diversos agravios, pues pese a ser de la misma generación la concesión de la vasca se prolongó únicamente hasta el 2026 y la gallega en cambio hasta el 2048

La AP-9 transcurre exclusivamente por el territorio de una única comunidad, mientras que la AP-68 cruza tres autonomías, hecho que no impedirá su transferencia al País Vasco, pese a las protestas reiteradas al respecto por gobiernos como el de La Rioja, que se ha quejado del oscurantismo con el que ha sido negociado dicho traspaso desde hace semanas.