La Junta Electoral se harta de las burlas de Torra y lo lleva a la Fiscalía

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ELECCIONES 2020

Atlas

Ordena a los Mossos que retiren la simbología secesionista de los edificios públicos

21 mar 2019 . Actualizado a las 22:58 h.

Ni una más. Hartos de los constantes actos desafiantes del presidente Quim Torra, los integrantes de la Junta Electoral Central (JEC) han decidido pasar a la acción. Tras la reunión de esta tarde, han acordado la apertura de la vía penal llevando a la Fiscalía la reiterada desobediencia del presidente de la Generalitat, así como ordenar directamente a los Mossos la retirada de los símbolos independentistas de todos los edificios públicos antes de las tres de la tarde. La vía penal es lenta, pero podría concluir con una inhabilitación de Torra para ejercer cualquier tipo de cargo público, como le sucedió recientemente a una alcaldesa de la CUP por un caso muy similar. 

Además, Torra se enfrenta a una multa de hasta 3.000 euros. Todavía tiene la posibilidad de recurrir ante el Supremo, que en su caso, deberá determinar si mantiene la sanción de la JEC. Es decir, que el organismo encargado de velar por el adecuado desarrollo de las elecciones ha decidido aplicar las tres respuestas que tenía en su mano. 

La última provocación

Torra redobló a primera hora de este jueves su desafío. Aunque fuera de plazo y escudándose en el Sìndic del Gregues (el Valedor do Pobo catalán), el presidente de la Generalitat hizo que atendía al requerimiento de la JEC al tapar la gran pancarta con un lazo amarillo que lucía en la fachada principal de la sede del Govern.

Pero en su empeño de tensionarlo todo, para ocultar dicha pancarta empleó otra exactamente igual, de las mismas dimensiones y con el mismo mensaje reclamando la libertad de «los presos políticos», solo que esta vez, en lugar de un gran lazo amarillo había uno de color blanco cruzado por una franja roja, imitando uno de los emblemas más populares para pedir la excarcelación de los dirigentes encausados en el Supremo.

El propio Torra fue uno de los encargados de colgar con sus manos esta nueva pancarta sobre la balconada. Y a media tarde, tratando de revestir su actuación bajo un brochazo de legalidad, trasladó un escrito de alegaciones a la JEC en el que informa de que ya no hay «esteladas o lazos amarillos» en los edificios públicos, como dando a entender que ha cumplido, y, por tanto, solicitando la «desestimación» de la denuncia presentada por C’s. No le sirvió de mucho.

Ante la nueva provocación del presidente de la Generalitat, la Junta encargó a la Delegación del Gobierno en Cataluña un dosier exprés con una recopilación de imágenes de los edificios oficiales con el fin de documentar la desobediencia.

Además de la nueva gran pancarta que luce en Plaza Sant Jaume, en dicho informe han tenido la oportunidad de comprobar cómo una gran lluvia de distintos símbolos del color favorito de los independentistas brotaron como setas en el exterior y el interior de unas instalaciones públicas ya de por sí cargadas de amarillo: pegatinas con formas de animales, flores, estrellas... Hasta el famoso tractor amarillo de la canción.