La limpia de Casado tensiona al PP

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ELECCIONES 2020

Sectores del partido cuestionan los fichajes del líder y la promoción de figuras muy críticas con Mariano Rajoy

25 mar 2019 . Actualizado a las 10:25 h.

Muchos se habían borrado ya por su cuenta, conscientes de que no se iba a contar con ellos, como la exvicepresidenta del Congreso Celia Villalobos o la propia exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría. Pero la forma en la que el líder del PP, Pablo Casado, se ha deshecho de cualquier rastro de la etapa de Mariano Rajoy en las candidaturas al Congreso ha provocado un fuerte malestar en un sector del partido que, pese a reconocer el liderazgo del nuevo presidente popular ganado en las primarias, consideran innecesaria esa muestra de ruptura total con el pasado reciente del partido.

Más allá de que, con la excepción de Ana Pastor, aunque incluso en su caso hubo presiones para tratar de desplazarla, desaparezcan del Congreso casi todas las figuras que jugaron un importante papel en la etapa de Rajoy, como los exvicesecretarios de Organización Fernando Martínez-Maíllo y Carlos Floriano, o exministros como Jesús Posada o Fátima Báñez, tampoco han gustado algunos fichajes de Casado o la recuperación de figuras claramente vinculadas a la etapa de Aznar que se mostraron en su día muy críticas con Rajoy.

Criticas a Álvarez de Toledo

El máximo exponente de esta última línea es la periodista Cayetana Álvarez de Toledo, marquesa de Casa Fuente, que tras ser diputada en dos legislaturas anunció en el 2015 que no repetiría como candidata por no estar de acuerdo con la política de Rajoy, no solo en lo que afecta a Cataluña, sino tampoco en cuestiones económicas y de regeneración política. Ahora, Casado la ha situado como número uno por Barcelona, desplazando a la portavoz en el Congreso Dolors Montserrat, a la que se augura ya poco recorrido.

Álvarez de Toledo escribió recientemente un artículo muy crítico contra Alberto Núñez Feijoo en el que equiparaba su política lingüística con la de los nacionalistas y lo acusaba de carecer de «convicciones nacionales» y de «tibieza» contra el independentismo. El eurodiputado del PP Santi Fisas criticó ayer a Álvarez de Toledo. «Decir que no hablar catalán da más sentido a tu candidatura es un desprecio a Cataluña y a la lengua catalana. Así no se combate la autodeterminación», señaló en Twitter.

Tampoco ha gustado en el PP de Huelva que Casado imponga como número uno por esa provincia a Juan José Cortés, padre de la niña Mariluz, en una lista que en el 2016 fue encabezada por la exministra de Empleo Fátima Báñez, que deja también la política. Casado trató de frenar ayer esas muestras de malestar asegurando que la «auténtica purga» se ha producido en el PSOE y los «pucherazos» en Ciudadanos.

«Yo de la información que se ha publicado, solo he visto dos nombres que han pasado de ser diputados a encabezar la candidatura al Senado», dijo en referencia a Martínez-Maíllo y Floriano. Afirmó que el Senado «es fundamental» para aplicar el artículo 155 en Cataluña y que el hecho de que «de 52 candidaturas dos pasen del Congreso al Senado, sinceramente, creo que habría que analizar un poco los términos que se utilizan». «En el PP todo el mundo tiene su sitio, todo el mundo lo ha tenido», insistió.

Casado ultima también la incorporación de personas de su círculo de confianza para la candidatura de Madrid al Congreso. Entre ellos figuran Suárez Illana, hijo de Adolfo Suárez, y el economista Daniel Lacalle.

Sin revolución en Galicia

El PPdeG no va a cerrar sus candidaturas antes del fin de semana, pero la elección de los cabezas de lista da alguna pista de la estrategia gallega. «Habrá algunos cambios sin revolución», apuntan desde el partido, cuyos números uno (Marta González, Ana Pastor, Jaime de Olano y Ana Belén Vázquez) se consideran afines a Pablo Casado, pero en realidad ya estaban en el Congreso de la mano de Rajoy e incluso de Aznar, como es el caso de la presidenta de la Cámara.

No habrá renovación traumática y sí algunos «cambios de posiciones», lo que deja escaso margen para las caras nuevas en un partido que aspira a revalidar los 12 de los 23 escaños que consiguió en el 2016. Lo que tampoco se espera son fichajes estelares ni nombres relevantes ajenos a la política. «Tenemos gente preparada y cuadros directivos, solo fichan los que no tienen a nadie», dicen en referencia a Ciudadanos, informa Juan Capeáns.