«No me van a ver en ningún tipo de intrigas», dice Page sobre la posibilidad de asumir el liderazgo en el PSOE

La Voz REDACCIÓN, COLPISA

ELECCIONES 28M

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este domingo, en Puertollano (Ciudad Real).
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, este domingo, en Puertollano (Ciudad Real). JESÚS MONROY | EFE

Afirma que ha recibido la felicitación de Feijoo pero no la de Sánchez tras ser el único barón socialista que ha logrado una mayoría absoluta

30 may 2023 . Actualizado a las 11:15 h.

El presidente de Castilla-La Mancha y líder del PSOE en esta región, Emiliano García-Page, preguntado por si se plantea un liderazgo a nivel nacional, tras ser el único barón socialista que ha logrado mayoría absoluta en el país, ha dejado claro que no va estar «en ningún tipo de intrigas» ni conspiraciones.

En una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, ha señalado que «a priori» no ha tenido llamada del presidente, Pedro Sánchez, precisando que de momento va respondiendo, y en este momento está en el «10 %» de contestación a todos los mensajes. Y en declaraciones en Onda Cero, Page sí ha precisado que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijoo le envió un mensaje de felicitación.

En todo caso, preguntado nuevamente por si Sánchez no le ha felicitado tras su victoria, ha indicado que si un «presidente te quiere llamar, te localiza».

Nuevamente, ha defendido que habla con mucha libertad precisamente porque no tiene ningún tipo de ambición personal, defendiendo que está «muy contento» consigo mismo, con su trayectoria personal y política. «De verdad, ahora mismo más que nunca tengo muy claro cuáles son los valores a los que sirvo y milito en mis ideas y en mis principios. La verdad es que tengo una intención de que vaya muy bien mi región y contribuir desde Castilla-La Mancha a que vaya lo mejor posible este país, lo digo con mucha franqueza», ha remarcado. Es más, ha afirmado, si hubiera querido cuidar su propia opinión personal en muchos territorios en España, más dentro de las filas del PSOE, «seguramente hubiera tenido mucha más equidistancia» con la posición de Pedro Sánchez. «Cuando uno se moja puede salir vivo, pero sale escalado», ha afirmado.

El mayor crítico de Sánchez

El manchego Emiliano García-Page ha sido precisamente durante los últimos cinco años el mayor crítico interno de Sánchez, al que ha recriminado en público sus pactos con Podemos y con los independentistas. Una vez revalidado su mandato autonómico, queda ahora por comprobar la participación de García-Page y el grado de su apoyo a Sánchez de cara a las generales en julio.

En el PSOE aún se lamen las heridas y se evita, de momento, echar sal sobre ellas. Pero una de las hipótesis después de un aciago 28M es que, tarde o temprano, los cargos autonómicos y municipales apeados de sus cargos institucionales exigirán responsabilidades a Madrid. Es este descontento potencial el que justifica, también, el órdago de Sánchez al adelantar las generales, a pesar del escaparate que le brindaría hasta diciembre la presidencia de la Unión Europea. Una convocatoria para apretar filas en un trance muy delicado para el partido por la pérdida de gran parte de su poderío electoral y cuando la suerte del presidente repercute sobre el conjunto de la organización.

A diferencia de lo ocurrido en el 2019, cuando las municipales ensancharon el mapa rojo y ratificaron la victoria de Sánchez en las generales celebradas un mes antes, en abril, ayer fue un día de amarga resaca para los barones socialistas. El domingo se quedó en el camino el extremeño Guillermo Fernández Vara, quien ya ha solicitado el reingreso en su plaza de médico forense aunque la presidencia de la popular María Guardiola pende del acuerdo con Vox. Fernández Vara, distinguido siempre por su lealtad al partido, había atenuado su posición recelosa hacia la estrategia de Sánchez y confiaba en retener un feudo histórico del PSOE.

El veterano dirigente socialista no puso paños calientes al «fracaso». «Habéis hablado y lo que habéis decidido es que yo no siga siendo el presidente de la Junta», zanjó, visiblemente emocionado al conocer el escrutinio. El valenciano Ximo Puig, antes de conocer la decisión del presidente de adelantar las elecciones, mancomunó los «errores» y apeló a la serenidad para atinar con la autocrítica. Junto a ambos también perdieron el pie este domingo el aragonés Javier Lambán, la balear Francina Armengol y la riojana Concha Andreu, mientras que el canario Ángel Víctor Torres apura sus opciones para tratar de conservar, en un reto complicado, el Ejecutivo canario.

Sánchez tuvo el gesto ayer de reconocer lo que vino a interpretar como una injusta salida de sus barones pese a su «buena gestión». Un castigo, reconoció, en parte debido a la movilización de la derecha para castigar al Gobierno de coalición. Ni como ya ha dejado claro Fernández Vara, ni Puig, ni Lambán, ni Armengol tienen intención de continuar con sus responsabilidades orgánicas. Pero el nuevo desafío electoral llevará previsiblemente a posponer la organización de congresos territoriales para unos relevos que, aun bajo el impacto del batacazo en las urnas, se pretenden ordenados.