El bipartito de Lugo se prepara para negociar un nuevo pacto de gobierno

Lorena García Calvo
Lorena García Calvo LUGO / LA VOZ

ELECCIONES 28M

Lara Méndez y Rubén Arroxo volverán a negociar el pacto de gobierno en Lugo
Lara Méndez y Rubén Arroxo volverán a negociar el pacto de gobierno en Lugo ALBERTO LÓPEZ

PSOE y BNG deberán acordar un nuevo reparto de áreas y funciones tras los resultados de las municipales

29 may 2023 . Actualizado a las 21:38 h.

Cinco reuniones. Eso fue lo que duró hace cuatro años la negociación que desembocó en un pacto de gobierno entre el PSOE y el BNG en Lugo. Ahora, las urnas han hablado de nuevo y las dos formaciones se sentarán para revalidar su entente.

A Lara Méndez y a Rubén Arroxo les tocará negociar por segunda vez el reparto de concejalías y funciones, pero esta negociación ya no será como la del 2019. Ambos partidos llegan a esta nueva temporada con el bagaje de un mandato compartido, con las ventajas y las fricciones que ello supone.

A nivel de actas, nada ha cambiado en el reparto de la izquierda. El PSOE mantiene sus ocho concejales y el BNG, que aspiraba a dar el «sorpasso», ha repetido los cinco que tenía. Esto invita a pensar que el equilibrio de poder será similar al de la anterior legislatura, pero teniendo en cuenta que los nacionalistas se han quedado a un paso de lograr el sexto concejal, puede que eleven un poco sus demandas.

Urbanismo

Con las urnas todavía calientes, y a la vista de lo vivido los cuatro últimos años, se pueden predecir cuáles serán algunas de las aspiraciones y las líneas rojas. En el caso de Urbanismo, la gran patata caliente pero también uno de los grandes motores, todo apunta a que Lara Méndez defenderá que continúe bajo su ala. La concejalía, que tantos dolores de cabeza ha dado a la alcaldesa, arrancará el mandato con los grandes temas desatascados (PXOM, Garañón, ordenanza...) y con una reestructuración en el funcionamiento recién implementada. Es decir, la concejalía puede empezar al fin a funcionar con cierto ritmo, y Méndez no estará dispuesta a soltarla, aunque el BNG se la pida.

Otra cuestión es a quién encomendará la alcaldesa la dirección política de esa área. Álvaro Santos ya no está en el gobierno, y en la candidatura no hay ningún perfil claro que se amolde al área. Cabe la posibilidad de que la propia Méndez se quede con la cartera respaldada por el coordinador, que es el interventor municipal, o que incluso recurra a una figura externa, algo que contempla la ley. Ya se dio en Lugo.

Cultura y turismo

Cuando PSOE y BNG se repartieron las atribuciones hace cuatro años, los nacionalistas asumieron las responsabilidades en materia de cultura y turismo. La primera, por una cuestión de principios e identitaria, probablemente será una línea roja para el BNG, pero es posible que Méndez luche por quedarse turismo.

Durante los últimos cuatro años, mientras el BNG se decantaba por fiar a la campaña Lugo KM 100 la apuesta municipal en materia de turismo, los socialistas acudían a Fitur con el Arde Lucus y buscaban financiación para grandes contenedores como la Fábrica da Luz. En paralelo al trabajo del área dirigida por el BNG, la alcaldesa conseguía o buscaba fondos europeos enfocados para iniciativas turísticas, como el caso de la reforma del consistorio, o incluso para el tan reclamado cuartel de San Fernando.

En cuanto a cultura, el BNG siempre ha hecho de esa área una de sus banderas y no parece plausible que vaya a entregarla a su socio de gobierno. Pero dirigir Cultura vendrá este mandato con un premio extra: la puesta en funcionamiento del aguardado auditorio de Magoi. Controlar el nuevo equipamiento resulta atractivo, y a la vista de que el PSOE lleva años bregando públicamente con sus problemas, es posible que los socialistas se planteen su gestión. Otra cosa es que el BNG vaya a ceder.

Hay que recordar que, de la mano del Eixo Atlántico, Méndez también lleva semanas promoviendo propuestas culturales en la ciudad.

Si los socialistas renuncian a manejar Cultura, es muy posible que en la negociación propongan una entente como la firmada hace cuatro años: que el BNG siga encargándose del San Froilán, pero que el Arde Lucus y el Caudal Fest, firmes apuestas de la regidora, sigan en manos de la formación roja.

 Movilidad

La movilidad se ha convertido en un término que nacionalistas y socialistas utilizan a todas horas relacionado con las peatonalizaciones y las nuevas formas de desplazarse por la ciudad y organizar esta. El mandato pasado fue Rubén Arroxo el que se encargó de esta tarea, impulsando cambios en el transporte urbano y en la reorganización de la circulación en parte del centro. Esto invita a pensar que el BNG querrá conservar esta área, sobre todo teniendo en cuenta que durante la campaña plantearon una y otra vez como objetivo la «cidade dos 5 minutos» y avanzar en la peatonalización de la Ronda da Muralla. Los nacionalistas llevan meses haciendo gala de los nuevos modelos de calle que quieren impulsar, más humanizados y pensados para la ciudadanía.

Además, hay otro proyecto del que el BNG hizo bandera en los últimos meses y que está estrechamente relacionado con Mobilidade, y es la finalización de la segunda ronda para poder peatonalizar otro tramo de la Ronda.  Bien es cierto que Méndez también lleva en su hoja de ruta reducir la circulación en la Avenida da Coruña derivando tráfico por Infanta Elena. Aquí es probable que las dos partes tengan que afinar los límites que afectan al área. 

Fondos europeos, medio rural y más

La gestión de los fondos europeos, que el pasado mandato acaparó la alcaldesa, también podría ser objeto de debate, mientras que hay concejalías que parecen más claras. El PSOE probablemente querrá conservar Medio Rural y el BNG mantener la plaza y el cementerio.

Infraestruturas, la concejalía que gestionó Alexandre Penas, también otorgó a los nacionalistas su buena dosis de visibilidad en la calle, con los sucesivos asfaltados y arreglos y con la renovación de las luminarias de media ciudad.