Laura Fernández, con 100 años, vota en A Fonsagrada: «Dende que acabou a ditadura, nunca deixei de exercer este dereito»

M. Fernández / M. Guntín / X.M. Palacios A FONSAGRADA, LUGO / LA VOZ

ELECCIONES 28M

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«Son unha muller de esquerdas», dice convencida esta centenaria, que depositó su papeleta pasadas las once de la mañana

28 may 2023 . Actualizado a las 20:40 h.

Laura Fernández López (Llencias, A Fonsagrada, Lugo, 1922) llegó a la mesa electoral de Barbeitos, en plena montaña, pasadas las once de la mañana. Este 28 de mayo en el que hay más de dos millones de gallegos llamados a las urnas, apareció acompañada de su hijo y con la papeleta bajo el brazo a sus 100 años.

«Sempre fun unha muller de esquerdas», dice Laura, que nació en Llencias de Suarna, se casó a los 26 años y se marchó para San Martín. «Eu nacín traballadora, e ao mellor é a última vez que voto, pero teño claro por quen aposto. Eu recordo os tempos nos que non tiñamos nin luz nin auga nin teléfono. A esquerda traballou por todos nós», asegura.

Esta lucense no se perdió una cita electoral desde que acabó la dictadura: «A primeira vez que puiden votar tiña máis de 50 anos, pero nunca deixei de exercer este dereito», precisa. «Votei sempre, porque teño os mesmos dereitos que as demais. Eu sempre fun unha persoa demócrata», asegura. Laura hace especial hincapié en que para ella votar es un derecho que valora mucho puesto que vivió muchos años de dictadura franquista.

Una casa llena de comida que además era albergue para pobres

Su ilusión en la vida que llevó en la montaña de Lugo siempre fue tener la casa llena de comida para ayudar a los más necesitados. «Convidaba a moita xente e na miña casa durmiron moitos pobres. Algún día, dáballes diñeiro a escondidas. Ademais, ensinamos a ler e a escribir a moitas persoas que pasaron por aquí», explica esta centenaria.

Ahora, Laura Fernández espera atenta los resultados de la noche electoral acompañada de sus dos hijos, cuatro nietos y un bisnieto de dos años. A sus 100 años, además, está pendiente de su huerta, que es un símbolo de la aldea: «Teño fabas, xudías, repolos, berzas, cebolas... todo plantado de xeito manual». Con los achaques propios de la edad, es una mujer peleona, que no dejará de acudir a las urnas «ata que deixe de respirar».

Eugenia Castro Caldeiro, a sus 100 años, ejerce su derecho en Lugo: «Claro que me gusta votar»

Eugenia Castro Caldeiro votó este domingo en la parroquia de Romeán, a nueve kilómetros de Lugo ciudad, donde vive. No es la primera vez que vota, pero sí la primera en que acude al colegio electoral con cien años de vida. Nació el 17 de marzo de 1923 en el vecino municipio de Castroverde, aunque lleva gran parte de su vida en Romeán, desde que se casó.

«Claro que me gusta votar», decía este domingo al salir del colegio electoral, situado en la antigua escuela, hoy centro social. Xoán, hijo suyo y conocido por su faceta artística, la acompañó. «Voto sempre», afirmó. No solo vota porque le gusta, sino que además, como explicaba su hijo, está pendiente de la actualidad y sabe quiénes son los políticos que la protagonizan.

Saber a qué partido votó es más difícil. «Aí calo a boca. Iso é secreto», comentaba. El colegio electoral de Romeán está a varios centenares de metros de su casa, y ella acudió en coche, con su hijo, no por imposibilidad de cubrir a pie esa distancia sino para evitar la incomodidad de un posible chaparrón en un domingo de tiempo tormentoso.