Diario de campaña | Las consecuencias de la convocatoria en verano

César Casal González
César Casal REDACCIÓN

ELECCIONES 23J

La oficina principal de Lugo, abierta un sábado por la mañana.
La oficina principal de Lugo, abierta un sábado por la mañana. ALBERTO LÓPEZ

17 jul 2023 . Actualizado a las 09:09 h.

No hacía falta ser un genio para saber que una convocatoria electoral en verano iba a generar problemas. Sánchez nos ha llevado a elecciones el cuarto domingo de julio, uno de los dos meses de vacaciones por excelencia. Aquel lunes decidió pensando en su futuro. El resultado de las municipales y las autonómicas que se habían celebrado como una suerte de primarias de unas generales fue tan contundente que el presidente del Gobierno pensó más como líder de su partido que como inquilino de la Moncloa. Sánchez necesitaba huir hacia adelante. No tenía ganas de afrontar lo que le iban a plantear en su partido. La debacle de muchos barones, cada vez más alejados de él y que se quedaron sin la presidencia, iba a encender la posibilidad de un congreso extraordinario y un relevo en la cúpula que el propio Sánchez comanda. Nada mejor que anticipar las elecciones medio año y llevarnos a urnas al calor del verano. Ojo con las temperaturas en el centro, el este y el sur del país.

La primera consecuencia: el abarrote del voto por correo. Estaba cantado. Unas elecciones en julio y justo el fin de semana del Apóstol, con puente en cuatro comunidades autónomas, iba a provocar una gigantesca demanda del voto por correo. Así ha sido. 2,6 millones de españoles lo han solicitado, lo que pulveriza el récord anterior que fue en unas elecciones que se celebraron en junio. La polémica no tardó en saltar. Feijoo insiste en que confía en el personal de Correos, pero demanda que los jefes de la compañía postal estén a la altura. La empresa contrata a casi 20.000 personas para garantizar que toda la demanda de voto se entregue a tiempo en los colegios electorales. España no es una república bananera y tenemos que confiar que así se hará. Quien haya estado en una mesa electoral sabe perfectamente que el voto se introduce en urna al cerrar el horario de votación. Se junta así con el resto del voto de esa mesa y se inicia el recuento de todos los sobres a la vez. El proceso es garantista y la Juan Electoral Central vela para que así sea.

Otra consecuencia: las mesas. Estaba cantado. El español es cumplidor. Pero también es el país en el que se escribió por algo el Lazarillo y el Buscón de Quevedo. En seguida, aparecieron los problemas para componer las mesas. Otro daño colateral de la convocatoria veraniega. Los carteros alertaron de que muchos vecinos estaban en sus domicilios, pero no les abrían la puerta para evitar la entrega del papel que les convocaba. En Ávila ya se ha tenido que repetir el sorteo para buscar más convocados.

Tercera consecuencia: cruce de acusaciones. El asunto entró en el debate político, con reclamaciones de limpieza por parte de todos los partidos. Feijoo fue criticado por ser especialmente contundente en sus críticas a los jefes de Correos, no al personal. Además Sánchez aprovechó la polémica para intentar cazar a Feijoo en lo que llama «la montaña de mentiras del líder popular». Le acusó de quejarse de una convocatoria a urnas en verano cuando Feijoo también celebró elecciones en julio. No fue así. Feijoo y el lendakari convocaron para el 5 de abril, pero la pandemia les obligó a celebrarlas el 12 de julio, en la primera quincena del mes, cuando la situación sanitaria lo permitió.